Los trabajadores de los centros de infancia de Madrid, en huelga indefinida por "un servicio digno" (11/07/2022).

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Tras cuatro huelgas parciales, los trabajadores del Grupo 5 de los Centros de Atención a la Infancia (CAI) y del Programa de Atención a la Infancia en el Entorno Familiar (Paief) del Ayuntamiento de Madrid arrancan este viernes una huelga indefinida. "El conflicto viene de largo. Ya en el año 2017 empezamos a solicitar revisiones salariales y no hemos tenido nunca ni respuesta ni éxito", denuncia Álvaro Prieto, miembro del Comité de huelga y trabajador. Esa es una de sus principales reivindicaciones: acabar de una vez por todas con el hecho de ser "la plantilla más precarizada de toda la red" de atención a la infancia del Consistorio. Pero no es lo único, porque también reclaman que mejoren las condiciones relativas a la conciliación y a la elevada rotación de personal, por ejemplo. En resumen, piden "que las administraciones apuesten por un servicio digno, obligando a condiciones dignas" para los trabajadores, señala el Comité.

Los CAI y los Paief están formados, como explica Prieto, por profesionales de la psicología, del trabajo social y de la educación social, perfiles a los que, dicen, se les "requiere y obliga a tener una experiencia previa y una formación por encima de la media". Los que están llamados a la huelga son un total de 74 empleados, los que trabajan en los centros de esta red que están gestionados por la empresa Grupo 5 —tres CAI y los Paief—, una compañía que presta servicios sociales, educativos y sociosanitarios.

Según su web, da trabajo a 2.200 profesionales y atiende diariamente a 4.500 personas en 130 centros que se dedican a salud mental, neurorrehabilitación, mayores, dependencia, emergencias sociales, personas sin hogar, protección a la infancia, educación social y educación infantil. Está presente en 12 comunidades: Madrid, Andalucía, Extremadura, Canarias, Comunitat Valenciana, Castilla La Mancha, Castilla y León, País Vasco, Asturias, Navarra, Aragón y Cataluña.

En los tres CAI que gestiona, los trabajadores valoran "situaciones de riesgo para la infancia, emitiendo informes y propuestas relativas a la guarda y tutela de niños, niñas y adolescentes", explica el Comité. Hay otros nueve centros de este tipo. Tres de ellos son completamente públicos —su titularidad y su gestión— y el resto, como es el caso de los tres de Grupo 5 —que gestiona el 7, el 8 y el 12— tienen la gestión externalizada a otras empresas. Pero en ninguno los sueldos son tan bajos. "Cualquier profesional externalizado cobra de media 3.000 euros al año más que nosotras (15%)", señala el Comité de Grupo 5.

"El Ayuntamiento de Madrid —titular de los centros—, contempló en sus pliegos un salario de 23.000 euros de media para cada trabajador, pero la empresa nos paga, en el mejor de los casos, 20.500 euros", explica Prieto. Sin embargo, desde Grupo 5 señalan a infoLibre que han realizado "dos propuestas de mejoras salariales en el marco del órgano de mediación que se han rechazado por el Comité". "Actualmente el 60% de la plantilla tiene condiciones salariales por encima de convenio", aseguran fuentes de la compañía. Prieto, en cambio, critica que la propuesta de la empresa fue una subida de 15 euros brutos al mes que el año que viene ascendería hasta 54. "Eso no lo quisimos", confirma.

Los salarios, mayores o menores dependiendo de un fondo de inversión

Estíbaliz Carrascosa, la presidenta del Comité de huelga, matiza además que las diferencias salariales entre todos los trabajadores de los centros de Grupo 5 dependen de si fueron contratados antes o después de que en 2018 el fondo de inversión Corpfin Capital comprase la empresa. "Desde entonces, se ha visto claramente un deterioro. En todos los aspectos, además. Las trabajadoras que estábamos contratadas antes cobramos el máximo del convenio, 20.500 euros brutos al año; las que han llegado después no superan los 19.800", lamenta.

Por eso la huelga también clama contra la entrada de los conocidos como fondos buitre en este tipo de centros. Más Madrid, de hecho, ha mostrado públicamente su apoyo al paro y ha criticado que desde que los centros "fueron comprados por un fondo buitre" las condiciones laborales "son insostenibles". Lo expresó la portavoz del grupo municipal, Rita Maestre, quien también exigió al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, "como responsable último de los servicios, que el Ayuntamiento cumpla con sus funciones de inspección, seguimiento y verificación de que se cumplen las condiciones de los contratos firmados con esa empresa privada [Grupo 5]".

"Más Madrid apoya la huelga indefinida para que se mejoren las condiciones en la prestación de un servicio esencial. Pedimos a Almeida que se haga responsable de esta situación porque desde Más Madrid siempre estaremos del lado de las trabajadoras y trabajadores y del servicio que se presta", añadió Maestre.

Por la conciliación y contra la rotación

Pero no todo es la reivindicación económica, aunque está presente en casi todas las demandas de los trabajadores. Como explica Carrascosa, otro de los objetivos del paro es conseguir una mayor flexibilidad horaria que permita una buena conciliación. Según el documento del Comité, los trabajadores están sometidos a una "extrema rigidez en la gestión de los horarios, forzando a una plantilla feminizada y precarizada a las reducciones de jornada para conciliar la vida familiar". "Los de Grupo 5 somos los únicos centros de toda la red que trabajamos dos tardes a la semana hasta las 20 horas. En otros, las tardes no son completas", explica Carrascosa, quejándose de que una reducción de jornada hace que los salarios disminuyan hasta los 1.090 euros al mes.

Por otro lado, la plantilla precarizada también se agrava porque, dice Carrascosa, las bajas están cubiertas al 80%, nunca al 100%. "Hay muchas personas que nunca se cogen una baja porque no pueden permitírselo económicamente", critica.

Y también hay una altísima rotación. Según el Comité de huelga, los cambios de personal han supuesto en torno a un 40% de la plantilla. Y es complicado reponerla por la alta especialización que se exige y por la precariedad que sufren. Y es un problema. "Lo que genera esta rotación es que las familias vuelvan a sufrir una revictimización de su situación familiar. Si se va el trabajador que está con un menor o con su familia, se rompe el vínculo, y es complicado volver a crearlo con otra persona", lamenta Carrascosa.

Los trabajadores, según Prieto, apoyan masivamente el paro, que fue respaldado por el 61% de la plantilla afectada, a la que consultaron en distintas asambleas realizadas en los centros. "Nunca se ha convocado una huelga indefinida en el sector de intervención social. Vamos un poco a ciegas, pero estamos tranquilas porque tenemos mucho apoyo de los trabajadores", sentencia.

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