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Madrid utilizará el Wizink Center o el Palacio de Vistalegre para las vacunaciones masivas (11/02/2021).

Uno lo llenó Rosalía pocos meses antes de comenzar el estado de alarma, en diciembre de 2019. En el otro VOX reunió a nueve mil personas el 8 de marzo de 2020. El Wizink Center y el Palacio de Vistalegre, dos de los espacios para eventos más grandes de Madrid, se utilizarán para la vacunación masiva contra la covid-19. Para llegar al objetivo de tener al 70% de la población vacunada antes de verano Madrid tendría que pinchar a cuatro millones y medio de personas en cuatro meses.

Ésta se producirá cuando se acabe con el personal vulnerable y de trabajos esenciales, pero todas las comunidades autónomas se preparan ya para poder realizarla. El compuesto de AstraZeneca será el elegido para la población de menos de 55 años sin enfermedades de riesgo. La vacunación comenzó en España el 27 de diciembre, un día después de que llegaran las primeras dosis -en este caso de la compañía Pfizer- y a pesar de que el ritmo no ha sido tan rápido como se esperaba, España pretende acelerar ahora en la vacunación.

Para ello la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado parte de su estrategia en redes sociales:

El Wizink Center tiene un aforo máximo de 17.000 personas y el Palacio de Vistalagre de 13.500. En otras comunidades se está negociando también con grandes recintos como la Sagrada Familia o el estadio del Camp Nou en Cataluña, o plazas de toros como la de Alicante. 

En todo el mundo se están realizando vacunaciones en grandes espacios, para poder inmunizar a mucha gente muy rápidamente.

Una vez definidos los recintos, la logística para realizar un operativo de estas características requiere principalmente de disponer de suficiente personal sanitario capacitado. “Basta con formar equipos compuestos por dos enfermeras y un médico. Cada uno de estos equipos puede vacunar a una persona cada dos minutos, mientras se carga la vacuna y se toman los datos de la persona correspondiente”, explica José Tuells, director de la cátedra Francisco Balmis de Vacunología y profesor de la Universidad de Alicante, que añade que “habría que habilitar una zona donde las personas vacunadas puedan esperar 15 o 20 minutos para comprobar que no se produce ninguna reacción adversa grave a la vacuna. Por este motivo, es necesaria la presencia del médico, que pueda intervenir si se produce alguno de estos casos”.

Enlace relacionado NiusDiario.es (10/02/2021).

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