Qué está pasando al quitar las restricciones en los países con la vacunación más avanzada (20/05/2021).

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711 millones de personas ya han recibido al menos una vacuna contra el coronavirus y más de 1.500 millones de dosis han sido administradas en todo el mundo desde el comienzo de la pandemia. El mundo avanza lentamente hacia la inmunidad global contra el COVID-19 a un ritmo que en los últimos días supera ya los 24 millones de vacunas puestas en 24 horas. 

Sin embargo, el proceso es muy desigual entre regiones y continentes y, mientras que en algunas zonas desfavorecidas del mundo la vacunación no ha comenzado (o lo ha hecho con niveles testimoniales), otros países ya fantasean con la deseada inmunidad de grupo del 70%, un hito al que España llegará en poco más de 90 días, según los cálculos del Gobierno de Pedro Sánchez. 

Israel (58,9%), Chile (39,2%), Bahréin (37,7%), Estados Unidos (37,0%) y Reino Unido (30%) son los cinco grandes países con mayor porcentaje de población con la pauta completa de vacunación, según 'Our World in Data'. Para comparar, el último dato de España sitúa esa cifra en el 15,4% de los españoles.

En estos países, el avanzado ritmo de vacunación está permitiendo una 'vuelta a la normalidad' más acelerada que en aquellos con ratios mucho peores y algunos de estos lugares están tomando medidas que son la envidia del resto del mundo, como el fin de la obligación del uso de mascarillas o el aumento (o la eliminación) del máximo de personas permitidas en quedadas sociales o en locales de restauración. Por ello, vamos a repasar cómo es la situación actual en el día a día de los tres principales países con más segundas dosis puestas: Israel, EEUU y Reino Unido. 

Israel: al borde de la inmunidad de rebaño y con vida casi normal para los que tengan el 'Green Pass'

Tras las Seychelles (63%), Israel es el segundo país del mundo con un mayor porcentaje de población totalmente vacunada contra el coronavirus. El 58,9% de los israelíes han completado ya su pauta de vacunación, por lo que el país está muy cerca de la ansiada inmunidad de rebaño, situada por buena parte de la comunidad científica internacional en el 70%. El último dato publicado por las autoridades sanitarias israelíes sitúa la cifra de personas que han recibido al menos una dosis de las vacunas contra el COVID-19 en el 62,77%, treinta puntos más de los que tiene España.

En la peor semana de la pandemia en Israel (a principios del mes de enero) se contabilizaron casi 60.000 positivos por coronavirus, mientras que la pasada semana esa cifra fue solo de 231 casos en los siete días, según los datos de la OMS. En lo que respecta a la cifra de muertes, los datos son aún más sorprendentes. El avanzado estado de vacunación en el país es la causa de que solo 5 personas murieran durante la semana pasada. En la peor semana desde el comienzo de la pandemia (la última del mes de enero) fallecieron 395 israelíes. Es decir, el dato de la última semana es 79 veces inferior al del pico de muertes del país.

Con casi el 60% de la población vacunada, Israel está cerca de volver a la 'normalidad' en lo que a restricciones del coronavirus se refiere. Las autoridades sanitarias del país han impuesto un semáforo con cuatro niveles (verde, amarillo, naranja y rojo) que se aplica por distritos y regiones.

Además del semáforo existe un elemento que otorga casi la 'normalidad' al portador. Se trata del llamado 'Green Pass' (pase verde, en castellano), un documento que se entrega a quien ha recibido la vacuna contra el COVID-19 o a quien se ha recuperado tras dar positivo por coronavirus. Es un documento que tiene validez hasta el 31 de diciembre de 2021 y que permite al que lo posea acceder con normalidad a una serie de actividades y costumbres propias de la vida previa a la pandemia.

El ejemplo más claro es el de la restauración. Para acceder al interior de una cafetería, bar o restaurante es necesario tener el 'Green Pass', es decir, hay que estar vacunado o haber pasado la enfermedad. Las personas no vacunadas tienen que comer o cenar en lugares con terraza manteniendo la distancia de seguridad.

También se han reabierto tiendas, centros comerciales, mercados al aire libre, museos y bibliotecas. Los gimnasios, las instalaciones culturales y deportivas, los hoteles y las piscinas han reanudado sus actividades también. Sin embargo, el acceso está limitado a personas que hayan recibido ambas dosis de la vacuna contra el COVID-19 o que se hayan recuperado de la enfermedad. Además, los lugares de culto se han vuelto a abrir al público.

Otro de los grandes cambios que acercan la vida del país a la que se tenía antes de la pandemia es que Israel ya no obliga a que las personas usen mascarillas al aire libre. La obligatoriedad de la mascarilla se limita ahora a espacios públicos cerrados. Para el trabajo en oficina, las autoridades sanitarias recomiendan el uso de mascarilla y piden que se mantenga el distanciamiento social. Y una última medida que se asemeja a lo vivido en España hace casi un año: las playas del país están abiertas para todo el mundo con la única restricción de mantener una distancia de dos metros entre grupos de bañistas.

En la semana del 12 al 18 de abril, la última antes del decreto del gobierno israelí eximiendo de la obligatoriedad de las mascarillas al aire libre, se registraron en el país 1.044 casos de COVID-19 y 44 muertes por el virus. Un mes después, y ya sin la necesidad de llevar mascarillas, no se ha producido un repunte del coronavirus, sino todo lo contrario. La última semana completa en Israel se saldó con 231 contagios y solo 5 muertes. 

Estados Unidos: reapertura por estados y sin mascarillas para los totalmente vacunados

Estados Unidos se aproxima a la barrera del 50% de la población con al menos una dosis de las vacunas ya administrada. El último dato sitúa al país en un 47,19% de vacunados, con una media en la última semana de 1.800.000 vacunas puestas al día. En EEUU desde el pasado 19 de abril todos los mayores de edad pueden acceder a una vacuna de Pfizer, Moderna y Janssen. No obstante, el número de personas que se vacunan diariamente está en descenso si tenemos en cuenta que a principios del mes de abril la media estaba en los 3.300.000 vacunados al día.

Con un país todavía recuperándose de la gran ola que comenzó en noviembre y que se magnificó con los viajes y festividades de Acción de Gracias y Navidad y en la que se alcanzaron picos de hasta 300.000 positivos por coronavirus en un solo día, EEUU afronta este mes de mayo con todos sus indicadores en descenso por el rápido aumento de la campaña de vacunación, que deja ya un 37% de americanos con la pauta completa (por el 15% de España). El último dato hasta la fecha coloca los contagios diarios en 17.724, una cifra 17 veces inferior a la del récord del mes de abril.

Las recomendaciones sobre el uso de la mascarilla y las restricciones sociales se están levantando poco a poco en todos los estados del país y parece que gran parte de EEUU volverá a la 'normalidad' en los próximos meses. A lo largo de la pandemia la imposición de restricciones ha dependido de las administraciones estatales y locales y no de los gobiernos de Joe Biden y Donald Trump.

Muchos de los estados (Texas, Florida, Arizona, Colorado, las dos Carolinas, Georgia, Wisconsin, las dos Dakotas, Indiana...) han tomado ya medidas cercanas a la eliminación de todas las restricciones sociales a medida que las campañas de vacunación han ido avanzando. Y en los estados que aún no han decretado la reapertura total, los gobernadores han establecido fechas u objetivos basados en cifras de vacunación. Por ejemplo, el estado de California, el más poblado del país, mantiene la obligación de utilizar mascarillas en interiores, así como el cierre del interior de bares y ciertos establecimientos de comida y bebida. Si todo se mantiene según lo previsto, California reabrirá el 15 de junio en su totalidad.

En EEUU, a pesar de que las restricciones están impuestas por los 50 estados, las autoridades sanitarias del país establecen unas guías de recomendaciones que los distintos territorios pueden o no imponer. La pasada semana, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) afirmaron la semana pasada que los estadounidenses completamente vacunados ya no tendrán que llevar mascarilla ni en interior ni en exterior ni mantener distancia de seguridad con otras personas, salvo en contadas excepciones como el transporte público, hospitales o residencias. De momento, solo una veintena de estados mantienen algún tipo de obligación en el uso de mascarillas.

La recomendación de los CDC de no llevar mascarillas en exteriores se produjo el pasado 13 de mayo, por lo que aún no ha habido tiempo suficiente para determinar si se va a producir un repunte de contagios a causa de esta decisión. Sin embargo, desde ese día los contagios siguen descendiendo. El día 13 fueron 39.401 los positivos detectados por COVID-19 en EEUU (654 personas murieron ese día), mientras que el último dato registrado este martes fue de 19.483 contagios y 518 decesos, según los registros de los CDC. 

Reino Unido: desescalada por fases con todos los ojos puestos en el mes de junio

Reino Unido ya tiene a más de la mitad de su población con al menos una dosis de las vacunas. La estrategia del ejecutivo de Boris Johnson de administrar la primera dosis a la mayor cantidad posible de personas y espaciar la puesta de la segunda vacuna ha resultado en que, con datos de esta semana, más del 54% de la población británica ya ha recibido al menos una dosis de las vacunas, mientras que el 30% ya tiene la pauta completa de vacunación. Estos datos son muy superiores a los de España, que solo tiene al 32,7% de la población con al menos una dosis y al 15,4% con la pauta completa.

A falta de un mes para que el Reino Unido alcance la "nueva normalidad" que prometió su gobierno para el 21 de junio y que contempla la eliminación de casi todas las restricciones, la amenaza de la cepa india compromete la reapertura por fases de la sociedad británica. En las últimas semanas, Reino Unido ha ido suavizando muchas de sus medidas a medida que aumentaba el ritmo de vacunación y disminuían las cifras de contagios y fallecimientos.

Con la última actualización de las pautas y recomendaciones del gobierno, y a falta de ese último escalón de finales del mes de junio, los británicos han visto recientemente como las limitaciones de reuniones sociales se han relajado hasta el límite actual de 30 personas como máximo en encuentros en exteriores. En interiores, los actos sociales quedan restringidos a un máximo de seis personas o de dos viviendas.

A diferencia de España y sus cuatro olas (la última calificada como "olita" por el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón), Reino Unido solo ha vivido tres grandes olas en lo que a contagios por COVID-19 se refiere. La primera tuvo lugar entre marzo y mayo, la segunda se produjo tras el verano y se alargó hasta diciembre y la tercera comenzó con las festividades navideñas y desde entonces se mantiene en descenso. En el pico de la tercera ola, Reino Unido alcanzó picos de más de 68.000 casos de coronavirus en un día. Actualmente, la cifra diaria ronda los 2.000 positivos al día.

Con estas cifras diarias, la sociedad británica ha vivido en las últimas semanas una reapertura gradual de comercios, ocio y restauración. Los restaurantes, cafeterías y pubs, que ya tenían abiertas sus terrazas ('beer gardens') desde hace semanas, ya pueden abrir sus interiores. Lo mismo ocurre con cines, teatros, salas de conciertos, boleras, casinos, zonas recreativas, museos y zonas de juego infantil. Todas pueden abrir siguiendo medidas de precaución por el COVID-19.

El público también ha vuelto en Reino Unido a los partidos de fútbol. El pasado fin de semana 21.000 personas asistieron a la final de la FA Cup que enfrentó al Leicester y al Chelsea en la aglomeración más grande de personas en un evento desde el comienzo de la pandemia en Reino Unido. Además, está permitido asistir a conciertos y grandes eventos profesionales, que tienen diferentes restricciones máximas de público en función del aforo máximo del recinto. Por su parte, los hoteles y alojamientos han reabierto con un máximo de 6 personas (o dos unidades familiares diferentes) y las bodas, funerales y eventos similares han visto aumentado su máximo de asistentes hasta las 30 personas.

Con la barrera del 50% de vacunados con al menos una dosis, Reino Unido ha asegurado también que todos los alumnos de estudios superiores pueden acceder ya a clases presenciales.

Y uno de los cambios más significativos de las últimas semanas en el país ha sido el del fin de las restricciones a los viajes internacionales. El Gobierno de Johnson ha establecido un semáforo de tres niveles (rojo, ámbar y verde) para determinar a qué países es seguro viajar. En los países listados como 'verde' el viajero solo tiene que hacerse un test hasta dos días antes de su regreso al país y no es necesaria la cuarentena. Sin embargo, la lista de estas naciones es muy escasa. Actualmente solo incluye a Australia, Brunéi, Islas Feroe, Gibraltar, Islandia, Israel, Nueva Zelanda, Portugal y Singapur.

Lo que sigue siendo una incógnita y no está incluido en el plan de desescalada para el 21 de junio es el fin del uso de la mascarilla. Actualmente en Reino Unido hay que llevar mascarilla en aquellos lugares en los que no es posible mantener la distancia de seguridad, como en el transporte público y en tiendas. Además, los menores de entre 11 y 16 años no están obligados a llevarla en el colegio.

A pesar de todas estas medidas de reapertura de la vida pública, el fuerte ritmo de vacunación de Reino Unido ha permitido que no haya un nuevo brote de casos y muertes. A principios del mes de abril, en el que se comenzaron a relajar las medidas, la cifra de contagios rondaba los 3.000 positivos diarios y las muertes eran 30 al día. Los últimos datos oficiales del gobierno británico hablan de 2.100 positivos diarios y 8 muertes al día, confirmando el descenso constante en ambos indicadores. 

El oasis de Gibraltar: sin mascarillas ni casos desde hace un mes

Sin embargo, el territorio que más cerca está de volver a la normalidad previa a la pandemia de todo el mundo es Gibraltar. Allí no se ha registrado un caso de COVID-19 desde el mes de abril y la mascarilla no es obligatoria desde hace más de un mes. Solo es necesaria en transporte público y en el interior de comercios (no así en restaurantes).

En Gibraltar no hay toque de queda, se han levantado todas las restricciones sobre la cantidad máxima de personas que pueden reunirse en público y los ciudadanos que hayan completado la vacunación no deberán autoaislarse en el caso de que entren en contacto con un positivo.

España: a falta de poco más de 90 días para la inmunidad de rebaño 

En España las cifras de vacunación no son tan altas como las de ninguno de los tres países anteriormente mencionados. El último informe del Ministerio de Sanidad explica que 15.495.889 personas han recibido al menos una dosis de las cuatro vacunas contra el COVID-19 que se están administrando (Pfizer, Moderna, AstraZeneca y la monodosis de Janssen). Esto supone un 32,7% de la población. La cifra baja hasta las 7.323.426 personas con la pauta completa, que representan un 15,4% de los españoles. 

El Gobierno espera que el ritmo de vacunación se dispare en las próximas semanas y durante el verano para alcanzar la ansiada cifra del 70% de la población con la pauta completa de vacunación. De hecho, desde hace unos días varios miembros del Ejecutivo de Sánchez, presidente incluido, están haciendo una cuenta atrás con los días que faltan para que España logre la inmunidad de rebaño. En concreto, el Gobierno cree que el 18 de agosto será el día en que España cruce ese umbral, por lo que faltan poco más de 90 días, siempre según los cálculos de Sánchez. 

Si miramos el ritmo de vacunación español no cabe duda de que se ha ido incrementando con el paso de las semanas. España comenzó febrero con una media de 50.000 dosis puestas al día y cuando empezó marzo esa cifra ya era de 105.000. La primera semana de abril se ponían cerca de 214.000 dosis al día y mayo arrancó con la media de vacunas puestas en las 350.000 por jornada. Además, la pasada semana se batió el récord de vacunas puestas en 24 horas. Fue el 14 de mayo, cuando se administraron 611.767 dosis en un solo día. 

Enlace relacionado CadenaSer.com (19/05/2021).