Un biólogo español descubre un nuevo mecanismo cerebral de regulación de la ansiedad (21/05/2021).

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El avance imparable del proceso de vacunación nos acerca cada vez más al control de la Covid-19. Sin embargo, las consecuencias de esta pandemia mundial van a permanecer durante años o incluso décadas. Uno de los problemas que más preocupa es cómo está afectando esta crisis sanitaria y social a la salud mental de la población, con un incremento notable de los casos de ansiedad, depresión y estrés.

La OMS señala que antes de la Covid-19, el porcentaje de la población española afectada por la ansiedad era de alrededor del 4%: 1.9 millones de personas. Más recientemente, un estudio publicado a nivel mundial en la revista Journal of Affective Disorders señala que hasta un 65% de la población habría desarrollado cuadros de ansiedad y depresión tras el confinamiento.

En este contexto, el biólogo español Javier Gilabert Juan ha liderado una investigación internacional, desarrollada principalmente en el Collège de France en París, que supone una nueva vía de estudio de los trastornos de ansiedad.

Una nueva vía contra la ansiedad, la depresión y el estrés

El trabajo se centra en una proteína, la OTX2, que Gilabert lleva estudiando desde 2016, y que recientemente han descubierto que, al ser introducida en una zona concreta del cerebro de ratones adultos, actúa sobre unas neuronas específicas regulando el estado de ansiedad. “Si bloqueábamos esta proteína conseguíamos que fueran hipoansiosos, y ajustando la cantidad de proteína podemos regular el comportamiento ansioso”, explica Javier Gilabert, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid.

El siguiente paso es conocer en profundidad el comportamiento de la proteína OTX2 y evaluar cómo actúa en mamíferos superiores con cerebros más complejos, antes de trasladarlo a seres humanos. “OTX2 puede ser una diana terapéutica en el futuro, que ayude a desarrollar diferentes fármacos ansiolíticos, antidepresivos y antisicóticos, abriendo una nueva vía para combatir la ansiedad, la depresión y estrés postraumático”, señala Gilabert.

De momento, la medicina no ha conseguido identificar con exactitud todos los factores que regulan la ansiedad, pero este estudio permite avanzar en el conocimiento de los procesos que desembocan en este trastorno, que amenaza con ser una de las enfermedades mentales más prevalentes en la población mundial en los próximos años.

“La OTX2 sabemos que regula la plasticidad del cerebro, hace un cerebro más moldeable tanto para bien como para mal, en el caso de los niños. En adultos, el cerebro es menos plástico y estas enfermedades mentales sabemos que se producen porque hay un problema con la plasticidad cerebral. Si podemos intervenir en esa plasticidad podemos participar en la regulación de estas enfermedades mentales como la ansiedad”, explica el biólogo. 

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