La sanidad privada se ofrece a aliviar listas de espera a la mitad de precio (22/06/2021).

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La sanidad privada quiere más trabajo y a la sanidad pública le sobra. Este es el análisis que hizo la patronal Aspe antes de anunciar una nueva propuesta dirigida al Ministerio. Quieren ayudar a reducir las listas de espera y la oferta que realizan para ello es suculenta: a la mitad de precio que las tarifas públicas, de media. "Nosotros hemos hecho un estudio y concluimos que las tarifas de los conciertos con la administración que tenemos, en comparación con las tarifas públicas, son un 50% más baratas de media nacional", asegura a este medio Carlos Rus, presidente de la patronal.

Los datos del año pasado de la sanidad privada en su papel asistencial reflejan que ha faltado el trabajo a causa de la pandemia. Todas las áreas estuvieron por debajo de su actividad normal: las intervenciones quirúrgicas cayeron un 14%, las consultas externas un 9%, las urgencias un 26% y los ingresos UCI un 16%.

La ayuda que se ofrece es, en principio, para cualquier servicio que necesite el sistema público, pero en concreto donde se ven más problemas son en las primeras consultas, con su consecuente prueba diagnóstica, y en las intervenciones quirúrgicas. Los datos del Ministerio de Sanidad así lo avalan. En el año 2020, en comparación con 2019, hubo un incremento de casi un mes (26 días) en la espera para una operación, elevando la cifra hasta los 148 días y siendo el valor más alto de la serie anual publicada por el departamento de Carolina Darias. Como buena noticia, queda que en junio de 2020 la situación era peor (se ha mejorado en 22 días en seis meses).

Las cifras son medias nacionales y no todas las comunidades presentan los mismos problemas. En Castilla- La Mancha se espera para una cirugía nueve meses y medio mientras que en Asturias se reduce a los dos meses. "Nosotros tenemos conciertos con todas las comunidades autónomas y su peso en la factura hospitalaria es del 13%", explica Rus. "Las consultas están empezando a mejorar, pero en la actividad quirúrgica hay un problema", añade.

Los precios que ofrece la privada, si bien hay variaciones, confluyen en ese 50% de rebaja frente a la pública. Por ejemplo, para una amigdalectomía, el precio se reduce un 59% de media nacional. Para unas cataratas, el precio del concierto es un 43% menor que la tarifa pública, siempre siguiendo los precios ofrecidos por Aspe. En general, todos los procesos muestran una mejoría del precio a nivel nacional y solo en tres pruebas diagnósticas en determinadas comunidades autónomas el negocio le saldría caro al sistema público.

El número total de pacientes en listas de espera es de 685.175, según los datos oficiales del Ministerio de Sanidad con fecha diciembre de 2020. Eso sí, si bien la cifra es muy alta, es cierto que hay casi 20.000 personas menos en comparación con el mismo mes de 2019.

Las especialidades más colapsadas son traumatología, cirugía general y de digestivo, y oftalmología. Si se pone el foco en esta última, hay 90.780 personas esperando a que la operan de cataratas, una intervención que hoy tiene un retraso de 82 días. Precisamente esta asistencia médica la privada lo hace con una rebaja respecto a la tarifa pública del 43% de media nacional. Otro ejemplo lo proporciona la colecistectomía, un proceso que mantiene en listas de espera durante 130 días (un mes más que en 2019) a 18.087 personas (más de 2.000 pacientes más en solo un año). La sanidad privada concierta este servicio a la sanidad pública a un 40% de rebaja sobre la tarifa pública.

Los ejemplos son muchos. Líneas antes se mencionaba que la traumatología era la especialidad más castigada por las listas de espera. Dentro de esta rama, las prótesis de rodilla son de las operaciones más demandadas. Con los datos oficiales del Ministerio de Sanidad, hay 27.199 pacientes en una lista de espera de seis meses (69 días más que a finales de 2019). Esta operación se ofrece desde Aspe con un descuento del 26% de media nacional, pero que llega al 79% en comunidades como Andalucía y cuyo valor más ajustado con la tarifa pública se da en Baleares (13% de reducción).

Vacunaciones de coronavirus

Otro de los servicios que la sanidad privada le ofrece a la pública es sumar a sus enfermeras al proceso de vacunación, algo que haría gratis, ya que solo piden cubrir los gastos en los que se incurre. Rus asegura que con los profesionales de enfermería de los que disponen se podrían inocular 150.000 dosis a la hora. Si bien la cifra implicaría un salto cuantitativo, lo cierto es que hoy el problema de la campaña de vacunación no es de manos, sino de antígenos. Con todo, de cara a futuras campañas donde no se presenten los cuellos de botellas que existen ahora, sería una suma muy importante, como la que se ha permitido con las mutuas.

La privada resalta que esta ayuda se podría usar de la misma forma que se utilizaron sus hospitales durante la pandemia. La actividad de la sanidad privada en la atención al coronavirus fue del 30% de pacientes hospitalizados, bien sea por seguros, mutuas o derivados de la pública. Las regiones donde se atendieron más ingresos hospitalarios en la privada frente al total de su comunidad autónoma fueron Baleares (26%), Cataluña (24%) y Andalucía (16%). Asimismo, el 29% de los afectados que hasta el 31 de diciembre de 2020 han requerido asistencia en UCI han sido tratados en la privada (5.256 pacientes sobre 18.251), destacando la actividad de Cataluña (un 25%).

Enlace relacionado ElEconomista.es (21/06/2021).