La pandemia empuja a la pobreza severa a millones de españoles: más de 2,5 no pueden comer carne o pescado tres veces a la semana (16/07/2021)
Que la pandemia del coronavirus ha golpeado sin piedad a la sociedad española era un hecho de sobra conocido. Lo que desconocíamos es la magnitud que ha alcanzado, sobre todo en 2020, el año de su estallido a escala mundial.
Según datos de la Encuesta de Condiciones de Vida que publica este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE), la crisis de la covid ha afectado muy negativamente a los principales indicadores que miden el bienestar de los hogares de nuestro país: ha impulsado tanto el número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social como el dato de las que sufren carencia material severa.
Así, el porcentaje de población española en riesgo de pobreza o exclusión social, medido con la tasa AROPE, subió 1,1 puntos en 2020 y se situó en el 26,4%, lo que supone que 12,5 millones de españoles se encuentran en esa situación.
Se trata del dato más elevado desde 2017. Ese año, la cifra se situó en el 26,6%; en 2018, bajó al 26,1%; y en 2019 fue de un 25,3% .
La tasa AROPE 2020 se construye con tres variables: población en riesgo de pobreza -renta-; intensidad en el empleo (ambos referidos a ingresos de 2019); y carencia material severa.
Detallando cada una de estos indicadores, de los datos se desprende que la población en riesgo de pobreza aumentó de un 20,7% en 2019 a un 21% en 2020, y la población con carencia material severa también se incrementó, pasando de un 4,7% en 2019 a un 7% en 2020. Mientras, la población con baja intensidad en el empleo descendió de un 10,8% en 2019 a un 9,9% en 2020.
Más de 3 millones de española sufren carencia material severa
En lo que respecta al porcentaje de población en situación de carencia material severa, en 2020 alcanzó el 7%, frente al 4,7 % del año anterior. En números absolutos estamos hablando de 3,3 millones de españoles. En general, el 10% de la población encuestada manifestó llegar a fin de mes con "mucha dificultad" en 2020, un porcentaje 2,2 puntos superior al registrado el año anterior.
Se considera que una persona está en situación de carencia material severa si vive en un hogar en el que hay ausencia de cuatro de estos aspectos: no poder ir de vacaciones al menos una semana al año; no poder comer carne, pollo o pescado al menos tres veces a la semana; carecer de ingresos para mantener la vivienda con una temperatura adecuada; no tener capacidad para afrontar gastos imprevistos de al menos 750 euros o haberse retrasado en el pago de las facturas del hogar (alquiler o hipoteca, luz, agua…). Las otras razones son no poder comprar un coche, un teléfono móvil, un televisor o una lavadora.
Así, los principales problemas estuvieron relacionados con retrasos en el pago de gastos de la vivienda (13,5% frente a 8,3% en 2019), dificultades para mantener la casa con una temperatura adecuada (10,9% frente a 7,6%) y no poder permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días (5,4% frente a 3,8%). Este último aspecto afecta a más de 2,5 millones de españoles.
"Son las imágenes de las colas del hambre reflejada en datos"
"Estos datos confirman lo que hemos venido observando: que la pandemia se ha cebado con los más débiles. Los que antes eran pobres ahora no tienen ni para comer ni para pagar los suministros básico. Son las imágenes de las colas del hambre y de la pobreza energética reflejado en datos", opina Pedro Cabrera, profesor de Sociología y Trabajo Social de la Universidad Pontificia Comillas. "Y si eres además extranjero o madre con un hijo ya ni te cuento, el efecto sobre la pobreza es multiplicador", añade.
Este experto en pobreza asegura que estas cifras se podrían haber atenuado si el "positivo" mecanismo de los ERTE hubiese venido acompañado de otras acciones por parte del Gobierno, como un eficaz diseño y gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV), prestación concebida para prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social.
"Según los datos de un informe de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, en marzo de 2021, el 75% de las solicitudes habían sido rechazadas. Eso quiere decir que se le ha denegado a tres de cada cuatro personas", lamenta Cabrera. "Esta falta de agilidad y rapidez por parte de la administración es lo que lleva a la gente a acudir en masa al recurso inmediato que le permita comer o pagar el recibo de la luz. Estamos hablando se entidades sociales como Cruz Roja, Cáritas o el Banco de Alimentos", concluye.
Extremeños, canarios y andaluces, en mayor riesgo
En cuanto a las tasas AROPE de riesgo de pobreza o exclusión social por comunidades, las más elevadas se dieron en Extremadura (38,7%), Canarias (36,3%) y Andalucía (35,1%). En el lado contrario, Navarra (12,0%) y País Vasco (13,9%) presentaron los porcentajes más bajos.
Respecto a las tasas de riesgo de pobreza, las más altas se dieron en Extremadura (31,4%), Canarias (29,9%) y Andalucía (28,5%). Navarra (9,9%) y País Vasco (10,0%) presentaron las más bajas.
Por otro lado, Canarias (15,6%), Andalucía (14,8%) y Extremadura (12,7%) fueron las regiones con mayores porcentajes de personas que llegaban a fin de mes con “mucha dificultad” en 2020. Las que presentaron los menores porcentajes fueron Aragón (5,5%), País Vasco (5,6%) y Navarra (5,9%).
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