Feijóo deja a Sanxenxo, epicentro de la quinta ola en Galicia, con cinco médicos para más de 100.000 personas (19/08/2021).

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En Sanxenxo (Pontevedra) hay tanto glamur en vacaciones que un año hasta se impartió una jornada sobre sus veraneantes ilustres de la mano de un catedrático de Historia. Desde Emilia Pardo Bazán al rey Juan Carlos antes de huir, pasando por Mariano Rajoy cuando era presidente y Amancio Ortega con su yate y su hija, Sanxenxo es algo así como la Marbella gallega. Pero entre tanto glamur, lo que no hay allí son médicos para atender a sus 17.000 vecinos y a los más de 100.000 turistas que visitan la villa diariamente en el período estival. En algunos días llega a albergar a 140.000 personas.

En plena pandemia y con Sanxenxo convertido en epicentro de la quinta ola en Galicia, el personal sanitario de los dos ambulatorios del municipio -uno de ellos con punto de atención continuada (PAC) de urgencias- se ve obligado a doblar turnos hasta la extenuación. Sencillamente, ya no pueden más. Pero la Xunta de Alberto Núñez Feijóo y del conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, se niega a reforzar los equipos y ni siquiera ha sustituido las bajas de quienes se han tomado unos días descanso tras más de un año de durísimo trabajo como puntas de lanza en la lucha contra la peor crisis sanitaria que se recuerda.

El Colegio Oficial de Médicos de Pontevedra ha presentando varias denuncias en los juzgados de lo Penal en la que acusa al Servicio Galego de Saúde (Sergas) de prevaricación por privar a los ciudadanos "de una asistencia decisiva para evitar riesgos de gravedad" y de incumplir la ley de riesgos laborales, tras haber recibido cerca de doscientas quejas de facultativos de la provincia alertando de la saturación continuada que padecen. El Colegio, presidido por el ginecólogo Isidro Lago Barreiro, también presidente del Consejo Gallego de Colegios Médicos, asegura que dos juzgados la han admitido ya a trámite.

En una carta enviada a sus asociados, el Colegio recuerda que "la precariedad de los medios humanos y la sobrecarga asistencial" a los que somete el Sergas a sus profesionales en Sanxenxo y en otras localidades costeras como Baiona y Nigrán suponen no sólo "un riesgo personal para el médico de caer enfermo por el sobreesfuerzo permanente", sino también para los pacientes, "a cuya atención no se puede dedicar el tiempo necesario ni la reflexión diagnóstica precisa".

Según fuentes de la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública de Sanxenxo, en centro de salud y punto de atención continuada de Baltar, en Portonovo, hay habitualmente ocho médicos de familia y tres pediatras. Pero en lo que llevamos de verano ningún día hubo más de cuatro atendiédolo. Les apoyan dos auxiliares de enfermería que hacen labores de reposición de material en dieciséis consultas, atienden todas las urgencias, cuidan de dos almacenes y asisten en las extracciones de sangre. "Una auténtica barbaridad", señalan. "Hacen malabares para poder cubrir la carencia de las tres que faltan, más todo lo que conlleva el aumento de usuarios en verano. Teniendo en cuenta que la población a atender se multiplica ahora por ocho, y que además estamos en plena quinta ola, esto es una locura".

En el centro de salud Vilalonga, en O Revel, hay el resto del año dos médicos, dos enfermeras, una persona de servicios generales, una higienista dental y una dentista. Pero en verano el consultorio queda a cargo de un sólo facultavo. Una de las enfermeras se cogió ayer vacaciones. "El enfermero que queda tendrá que asumir su cupo —1.500 cartillas sanitarias cada uno, como los médicos—, además de hacer los sintrones, las extracciones y las curas a domicilio. En el tiempo en que esté fuera, el médico se quedará sólo. No queremos ni pensar en lo qué pasará si aparece una emergencia como un infarto o un accidentado grave", alertan fuentes de la plataforma.

En Baltar cada médico atiende a más de setenta pacientes al día. En Vilalonga más cincuenta y mucho días más 60. En el PAC hay turnos con hasta 100 consultas. Eso no da ni para cinco minutos de consulta por enfermo en una jornada de ocho horas seguidas.

Además de la denuncia del Colegio de Médicos, el personal del centro de salud también ha denunciado la situación ante la Fiscalía y la Valedora do Pobo, una figura equivalente a la del Defensor del Pueblo. Por su parte, la Junta de Personal del Área Sanitaria de Pontevedra ha acudido a la Inspección de Trabajo para exigirle que intervenga. El Área está dirigida por José Ramón Gómez Fernández, de quien el Consejo Español de Sindicatos Médicos acaba de pedir su dimisión alegando "el elevado nivel de incompetencia demostrado y la nefasta gestión realizada" durante la epidemia.

Pese a todo, la Xunta se niega a resolver la situación. Lo único que ha hecho ha sido enviar esporádicamente a Sanxenxo a un enfermero, contratar a un guardia de seguridad y obligar a los médicos a discriminar a sus pacientes según sean vecinos o visitantes. El turno de mañana para unos, y el de tarde, para otros.

"En las localidades con más presión turística y donde la población aumenta de manera considerable, no sólo no se refuerza la atención, sino que se reducen los cuadros de personal", denuncia Manuel Martín, portavoz de la platataforma ciudana SOS Sanidade y presidente e la Federación Española de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP).

Martín es médico de familia en Marín, a treinta kilómetros de Sanxenxo, y allí también se han sucedido protestas y manifestaciones de profesionales sanitarios y pacientes por los recortes que han dejado en cuadro al centro de salud.

"La falta de personal es encandalosa. El Plan de Mejora para la Atención Primaria estableció en el año 2007 la necesidad de 350 médicos más", en Galicia, asegura el presidente de la FADSP. "Pero desde entonces se fueron produciendo muchas vantantes que quedaron sin cubrir". Ahora, más de la mitad de las médicas y médicos de Atención Primaria en Galicia tienen más de 1.400 pacientes potenciales, muy por encima del límite de 1.300 que establecen las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. En Sanxenxo, en verano, esa recomendación salta por los aires: son 8.750 pacientes por cada médico.

Hace menos de un mes, en lo peor de la cuarta ola, la villa superaba una incidencia acumulada de 2.000 casos de covid 19 por cada 100.000 habitantes. Sobradamente por encima de los 650 de la media gallega y de los 250 sobre los cuales la OMS considera que existe un riesgo extremo de contagio para la población. Ante las alertas de los médicos sobre la situación, el alcalde de la localidad, el constructor y ex diputado en el Congreso Telmo Martín, del PP, les acusó de "hacer política" y "desatender sus obligaciones". El gerente del Área Sanitaria y el conselleiro de Sanidade se alinearon con él. No fue una sorpresa. También lo hizo Feijóo hace tres años cuando se negó a exigirle responsabilidad alguna cuando el Tribunal Supremo dio certeza a la sentencia que le condenó a pagar 2,5 millones de euros por cobrar sobreprecios en viviendas protegidas de su constructora.

Antes de que comenzara el verano pero con la quinta ola asomando y unas previsiones de 10 millones de turistas por el Xacobeo, Feijóo anunció que la Xunta cerraría 600 camas de hospital.

Galicia es la tercera comunidad española que menos dinero invierte en la salud de sus habitantes en atención primaria: 182,3 euros por persona, según SOS Sanidade. Sólo por debajo de Madrid (147,97 euros) y Baleares (178,38).

Público ha preguntado al Sergas si para lo que queda de verano prevé resolver la situación s de Sanxenxo. La Xunta responde que "ante la imposibilidad de cubrir la totalidad de las ausencias estivales -ya sea con profesionales de los listados de contratación o con personal voluntario-" ha optado "bien por prolongaciones de jornada o bien por intersubstituciones". "Es decir, que el resto de los profesionales de un mismo centro de salud atienden provisionalmente el cupo de las consultas de pacientes correspondientes al profesional ausente". Sencillamente, que duplican su trabajo.

El Sergas se hacta de que eso ha permitido "mantener la continuidad operativa" del Área Sanitaria. Y añade que "dispone de margen legal y administrativo para extender las jornadas complementarias a los profesionales por necesidades del servicio público".

Sobre las denuncias penales y ante la Inspección de Trabajo, sobre las protestas de profesionales y usuarios y sobre las peticiones de dimisión del gerente del Área, la Xunta no se pronuncia.

Enlace relacionado Publico.es (18/08/2021).