La pandemia dispara la pobreza alimentaria: "Toqué fondo cuando vi que mi hijo se iba a morir de hambre" (05/10/2021).

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María del Mar de Dios tiene 55 años y un hijo de 14. Se quedó sin trabajo cuando empezó la pandemia. No tenía paro y se pasó varios meses cobrando 200 euros al mes. Montse Bargués, con 60 años, se hace cargo de sus nietos de 5 y 8 años, estaba en el paro y los tres tenían que pasar el mes con 170 euros. 

Estas dos historias son la realidad de muchas otras familias que han tocado fondo durante la pandemia y que han recurrido al apoyo de Cruz Roja de Cataluña. Según Pilar Millán, responsable del Observatorio Creu Roja Catalunya, “un 60% de personas no habían necesitado nunca la ayuda de Cruz Roja, son nuevos”, a raíz de la crisis provocada por la pandemia. 

Es el caso de María del Mar, que cría sola a su hijo. “No tenía dinero para comprar comida y mi hijo se va a morir de hambre”, fue lo que pensó, explica, cuando se quedó sin trabajo. Buscaba trabajo desesperadamente, pero cree que su edad es una limitación: “Me he postulado a muchos trabajos, pero parece que he desaparecido de la vida. Soy válida”. Cruz Roja le ofreció una tarjeta prepago para que pudiera ir al supermercado “de forma digna”, sin necesidad que nadie supiera que estaba siendo ayudada por la asociación. 

“Los primeros meses fueron duros”, declara Montse. Ella se quedó con la custodia de sus dos nietos, Ylenia de 8 años y Enzo de 6. “Vinieron con lo puesto, ni juguetes ni braguitas”, y explica: “Lo poquito que tenía se lo daba a ellos”.

Empezó como usuaria en Cruz Roja hasta que le ofrecieron un trabajo. Ahora vive más tranquila y también cuenta con el apoyo psicológico y emocional de la entidad a la que define como “su familia”. 

Un tercio de las familias encuestadas por Cruz Roja no tienen ingresos mensuales estables y la mitad los han reducido a raíz de la pandemia. Ahora mismo, en Cataluña hay hasta 180.000 hogares con todos los miembros de la familia en paro. 

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