Los pacientes de cáncer denuncian la falta de igualdad en los tratamientos: el código postal influye (17/02/2022).

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La comisión de Sanidad escuchó el lunes a la sociedad civil, asociaciones en defensa de la sanidad, grupos de pacientes. Acudieron al Congreso a exponer sus problemas y a que se sepa en qué situación han quedado después de la pandemia de coronavirus la atención primaria, los enfermos crónicos y los pacientes con cáncer. Estos últimos han puesto el acento en las diferencias que existen según la comunidad autónoma en la que resida el enfermo: denuncian la falta de equidad en el tratamiento del cáncer.

Begoña Barragán, presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer, ha llegado a empadronar en su casa a 17 personas porque es "la manera más rápida" de atender a un paciente: "El cáncer no puede esperar", explica en la SER. En el Congreso detalló las diferencias que hay en el tratamiento según la comunidad autónoma en la que vivamos: "El código postal existe en nuestro país; estoy cansada de empadronar pacientes porque es la única forma rápida de que un paciente que tenga una urgencia y no puede esperar sea atendido".

Barragán defiende además la importancia de que los pacientes salgan con información escrita y comprensiva cada vez que salgan del especialista, explica que no puede ser que los enfermos de cáncer se vayan a su casa con lo que se han quedado de la información que le han dado: "Los médicos sí dan la información y la explican, pero no somos capaces de asimilar y comprender lo que nos están diciendo, porque estamos muchas veces en shock ante un diagnóstico o una recaída". "Si cuando me compro una lavadora me dan un montón de folletos tan difícil no será", explica Begoña en Hoy por hoy con Àngels Barceló.

Falta equidad en el acceso a los tratamientos

Esa falta de equidad que denuncia la presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer se traduce en diferencias a la hora de recibir tratamientos innovadores que primero tiene que aprobar la Agencia Europea del Medicamento. Desde que la EMA les da el visto bueno hasta que están accesibles en España, pasan 553 días de media. Esta es la primera desigualdad, en este caso, con los países de nuestro entorno. De hecho, por ejemplo, de los tratamientos innovadores que se aprobaron en Europa entre 2016 y 2019, en Alemania están disponibles el 90% en Francia, Italia y Reino unido, el 70% y en España solo el 40%.

Una vez que el medicamento ya está accesible en nuestra cartera de servicios porque lo ha aprobado la Agencia Española del Medicamento y se le ha adjudicado precio en la comisión de precios, en la que están representados además del Ministerio de Sanidad, los de Innovación, Industria y Hacienda (además de tres comunidades que van rotando cada seis meses) ya se podría usar, pero la realidad es que todavía hay algunas barreras más: los servicios de Salud de las diferentes comunidades autónomas y las gerencias de los propios hospitales.

Si el medicamento es muy caro, un servicio regional de Salud puede decidir que solo lo va a indicar en determinados casos para un tipo de paciente específico, y otra Consejería en otra comunidad autónoma, normalmente en función de su presupuesto, puede tener más manga ancha. El Ministerio te permite usar el medicamento, pero no te obliga.

La última barrera es la Comisión de Farmacia del hospital, porque son los centros los que finalmente pagan el fármaco con su presupuesto. Normalmente se sigue la indicación que marque la comunidad en la que se encuentre, pero puede pedir que se prueben o se agoten antes, si existen, otras alternativas terapéuticas más baratas. Más del 30% del presupuesto de farmacia de un hospital lo consume el tratamiento del cáncer.

Enlace relacionado CadenaSer.com (15/02/2022).