Investigan si el confinamiento y la mascarilla han potenciado la hepatitis aguda en niños (27/04/2022).

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El pasado mes de enero, las autoridades sanitarias escocesas notificaron varios casos de hepatitis aguda de origen desconocido en niños. Unas semanas antes, en noviembre, la OMS contabilizó como preocupante el primer caso en Alabama (Estados Unidos). Este pasado sábado, 23 de abril, la institución sanitaria de las Naciones Unidas ha emitido un informe en el que muestra su inquietud por los 169 casos que se han detectado ya en 11 países. Todos los pacientes tienen entre un mes y 16 años de edad.

Lo preocupante de estos casos es que los niños se han visto seriamente afectados y que, además, no se trataba de menores inmunodeprimidos o con patologías severas. Son personas sanas, dice el informe. De hecho, uno de ellos, aunque no se sabe cuándo ni dónde, ha fallecido a cuenta de la hepatitis. Otros 17 menores han necesitado un trasplante de hígado urgente.

Tres posibles hipótesis

Desde la OMS se han deslizado tres posibles hipótesis para explicar el origen de estas infecciones hepáticas. La primera es el confinamiento del coronavirus y las mascarillas. El organismo con sede en Ginebra plantea que, a lo mejor, estos dos años de aislamiento social han impedido que muchos niños contraigan otros adenovirus más leves, necesarios para el sistema inmunológico natural, y ahora se enfrenten a una situación más crítica con un virus de gravedad superior sin entrenamiento previo.

Con esta coyuntura, la OMS sugiere que los niños no se han contagiado lo suficiente como para enfrentar enfermedades corrientes con una armadura natural segura. 

La segunda hipótesis, también relacionada con el COVID, es que la coinfección del adenovirus F-41 y la del SARS COV-2 sea especialmente maligna para organismos en formación. En último lugar, la OMS no descarta que estemos ante una mutación del adenovirus y que, de momento, no estemos pudiendo reaccionar a la variante. Hasta ahora, el adenovirus F-41 era tratado como un agente infeccioso autolimitado y liviano.  

Reino Unido lidera los casos

Hasta el momento, estos son los países que tienen niños con hepatitis aguda de origen desconocido: Reino Unido (114), España (13), Israel (12), Estados Unidos (9), Dinamarca (6), Irlanda (5), Países Bajos (4), Italia (4), Noruega (2), Francia (2), Rumanía (1) y Bélgica (1). En nuestro país, los casos están distribuidos entre Cataluña, Andalucía, Galicia, Aragón, Castilla-La Mancha, Madrid y Murcia.

Hasta ahora, el Reino Unido es el país que más casos acumula sobre el total mundial: 114 niños con hepatitis aguda. Una de las primeras posibles causas que se apuntaron a los contagios fue la vacuna del coronavirus, pero quedó rápidamente descartada por los primeros niños infectados no tenían las inyecciones inoculadas.

Además, la sintomatología está siendo variada. Si bien casi todos los pequeños presentan dolor de barriga, diarrea y vómitos, la mayoría de ellos no tiene el indicio por excelencia: la fiebre.

En el informe de la Organización Mundial de la Salud, el ente internacional pone la nota de alarma en que falta mucha información sobre esta nueva enfermedad. Los casos detectados no concuerdan con los cinco tipos de hepatitis que actualmente se conocen. A pesar de que los síndromes sí concluyen que estos niños están padeciendo una infección del hígado, el origen de las mismas está lleno de interrogantes.

De las 113 pruebas moleculares que se han realizado a los infectados, en más de la mitad de ellas se han detectado adenovirus, de los cuales pertenecen al grupo F-41; 20 niños tenían el coronavirus en el momento de la prueba y 19 estaban coinfectados por adenovirus y COVID.

Los adenovirus y su influencia poco coherente en la hepatitis

Los adenovirus son un grupo de la familia de los virus que provocan enfermedades leves. Sin embargo, son más contagiosos y se propagan con facilidad. Entre los diferentes subgrupos de estos microorganismos infecciosos se encuentran los citados F-41, que van de persona a persona y suelen provocar la gastroenteritis. Pero no esta enfermedad, por eso extraña tanto la presencia de estos agentes en los resultados de los pacientes con hepatitis aguda. De momento, se desconoce si la inflamación del tubo digestivo influye directamente sobre la inflamación del hígado (hepatitis).

Los virus, como agentes microscópicos e infecciosos, solo buscan reproducirse. Son sustancias nocivas para el cuerpo, pero no atacan directamente a nuestros órganos como hacen las bacterias. Nuestro organismo, para responder a este ataque, dedica muchas energías a inflamar las zonas afectadas para protegerse del virus. Lo que hace es concentrar la sangre en un área, por eso luego tenemos fiebre y se nos corta el apetito.

Esta hinchazón, a la postre, estropea y entorpece el buen funcionamiento de las partes hinchadas; es la respuesta de nuestro cuerpo al virus lo que, en realidad, nos perjudica. Por eso, la forma general de tratar los virus más desconocidos -como estas hepatitis agudas de niños- es mediante antiinflamatorios y calmantes, porque necesitamos que nuestro cuerpo vaya eliminando al virus poco a poco y de manera natural.

Cómo actúa una hepatitis

El problema llega cuando la inflamación orgánica impide funcionar completamente a un órgano. La principal función del hígado es depurar las sustancias tóxicas de nuestro cuerpo; limpiar nuestra sangre. Si comienza a ser disfuncional, nuestro cuerpo empieza a dejar de estar tan limpio y sano.

Estas sustancias nocivas viajarán por nuestro organismo y dañarán otros órganos. Mientras tanto, con la respuesta autoinmune de hinchazón, otras zonas del cuerpo van quedando desprotegidas y débiles. Este escenario resulta especialmente crítico cuando los órganos están en formación, como ocurre cuando somos niños.  

A pesar de todo, la OMS ha querido plantear un escenario que calmarnos: no hay más casos de hepatitis aguda en los niños que hace un año, solo que, ahora, estamos más alarmados por sus consecuencias y estamos contándolos debidamente. Sin embargo, la idea de que esta enfermedad está haciendo mella en niños sanos no deja de rondar. 

Los contactos estrechos quedan descartados por la OMS

Por el momento, se sigue estudiando cada caso para averiguar el origen y desarrollar un tratamiento efectivo. La OMS descarta que el contacto estrecho tenga que ver con los contagios, por lo inverosímil de que los 169 contagiados hayan tenido algún tipo de relación en los últimos meses.

Además, el ente no hace recomendaciones sobre viajar a Reino Unido y pide a los Estados que identifiquen, investiguen y notifique a sus funcionarios casos como los que se están repitiendo con multitud de interrogantes a su alrededor.

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