El trabajo de las teleoperadoras: contratos a media jornada y sueldos bajos (13/05/2022).

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Las llamadas de servicios de teleoperadores son, en gran medida, molestas. Interrumpen la siesta o la cena, nos pueden parecer inútiles e insistentes, y sus trabajadores (trabajadoras principalmente) reciben muchas veces la frustración o enfado de los que estamos al otro lado de la línea.

Pero el trabajo de las teleoperadoras, como ha explicado Nicolás Castellano en La Ventana, es muy duro y no está tan bien reconocido como debería. Por eso, y casadas de llevar veintiocho meses negociando un nuevo convenio colectivo, las teleoperadoras españolas van este viernes a la huelga.

Contratos a tiempo parcial y sueldos bajos

Nico cuenta varias historias de mujeres que trabajan en este sector, como Laura, que lleva diecisiete años trabajando como teleoperadora: “De las 120.000 personas que trabajamos en el sector 96.000 somos mujeres, con jornadas parciales que al inicio puede venir bien para conciliar, pero llega un momento en el que las trabajadoras se estancan en esa parcialidad y cuando quieren tener una jornada completa les resulta imposible”.

El sueldo es bajo, y al ser más común tener contratos a media jornada, es aún más complicado que la mayoría de las trabajadoras no lleguen a cobrar los 14.000 euros al año de sueldo mínimo: “Si hacemos el cálculo para jornadas parciales, para la media del sector que son unas treinta horas semanales, quedan 800 euros brutos al mes”.

El paro

También Juani, que trabaja desde hace seis años en una empresa afincada en Madrid, entiende el paro de sus compañeras, aunque ella no secundará la huelga: “¿Que el sueldo está congelado desde el 2019? Sí. ¿Que nos gustaría que se llegar a aun acuerdo y no tener que llegar a una huelga con la que yo desde luego no estoy de acuerdo? Pues también”.

Este paro se encuadra en una movilización en todo el sector, incluidos los trabajadores que están contratados temporalmente a través de ETT, y llega tras veintiocho meses negociando el sexto convenio del sector.

Trini lleva menos tiempo en su empresa, tan sólo seis meses en los que ha logrado un contrato indefinido, y se ha tenido que acostumbrar a malas respuestas: “Nosotros trabajamos con una base de datos que no es fría, osea que son clientes con tarjeta de El Corte Inglés, pero aun así hay gente no es receptiva”.

Malas contestaciones y faltas de respeto

“El colgar las llamadas, o el ‘no me interesa’ o ‘no quiero hablar’, pues claro que te encuentras, pero bueno, es una forma de aceptar la realidad de que no todo el mundo está disponible ni quiere contestar al teléfono”, explica.

Con un sueldo y condiciones mejores, quizá sería más llevadero el soportar las incomodidades de un trabajo que supone la propia incomodidad del cliente, pero que no por ello deja de merecer unas condiciones mínimas decentes.

Enlace relacionado CadenaSer.com (11/05/2022).