Los salarios bajan en plena ola inflacionista e intensifican el impacto de la subida de precios (20/06/2022).

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La remuneración de los trabajadores está bajando en los últimos meses, y eso está suponiendo una intensificación del impacto que está teniendo en las economías familiares la ola inflacionista que comenzó a levantarse cuando acababa el pasado verano, que al alcanzar un nivel cercano al 9% interanual ya se está comiendo el equivalente al salario generado en un mes para los diez millones de trabajadores que lo tienen congelado y está forzando a los hogares a efectuar cambios en su dieta, su movilidad y sus consumos energéticos para llegar a fin de mes.

La Encuesta Trimestral de Coste Laboral que este jueves difundió el INE (Instituto Nacional de Estadística) señala cómo el coste salarial ordinario por cada hora trabajada, es decir, la remuneración bruta que percibe el empleado por cada hora de tarea, ha tendido a la baja en el último trimestre del año pasado y en el primero de este, los dos en los que comenzó la ola inflacionista.

Concretamente, el precio medio de la hora trabajada se redujo algo más de un 8% al caer de 14,68 a 13,50 euros entre septiembre de 2021 y marzo de 2022, algo que vendría a equivaler a duplicar los efectos de la inflación sobre los hogares; siempre en términos macroeconómicos, ya que se trata de las medias que arroja un trabajo demoscópico en el cuya población observada hay tendencias de todo tipo.

El retroceso se da tanto en la industria (-11%) como en la construcción (-6,7%) y en los servicios (-7,5%), y se concentra en la segunda parte de un ejercicio que se cierra con una congelación de esos costes salariales ordinarios (sube un 1,1% al desestacionalizar) tras las subidas registradas en los dos anteriores, los primeros de la pandemia.

"Estamos en los mismos términos que en el primer trimestre de 2021, y eso significa que la inflación se ha manifestado sobre los salarios en toda su magnitud", explica Antonio González, de Economistas Frente a la Crisis (EFC), que anota que "la mejora de los salarios está siendo nula. Las nóminas se están comiendo la inflación".

"El conjunto de la masa salarial del país y de los costes se queda como estaba", señala, y eso significa que "se está creando empleo tanto por encima como por debajo del salario medio, aunque en mayor medida por debajo", lo que compensa las casos de mejoras al calcular la media.

Esos datos vienen a ratificar que, tal y como ocurrió en la crisis de la década pasada, la tendencia dominante en el mercado laboral español apunta a la congelación o la devaluación de la remuneración del trabajo en cuanto vienen curvas para mantener los márgenes, algo que ahora tiene como efecto secundario una intensificación de la inflación.

El trabajo del INE apunta a subidas del coste salarial por trabajador, del 2,3% en la industria, del 0,7% en la construcción y del 3,1% en el sector servicios en el último año, que se habrían ido produciendo de manera progresiva a lo largo de todo el ejercicio. Sin embargo, eso no es más que un efecto estadístico que el propio Instituto aclara en el comunicado que acompaña a los resultado.

"El coste laboral por hora efectiva no varía en tasa anual, como consecuencia del crecimiento del número de horas trabajadas del 4,7% respecto al mismo trimestre del año anterior", señala la nota, que también estima "una variación del 4,7% respecto al mismo periodo de 2021" para el coste laboral por trabajador.

"Los resultados están completamente influenciados por la finalización de los ERTE", explica González, que añade que "ese aumento del 4,7% se deriva de la reducción de las horas no trabajadas".

En ese último año han salido de los expedientes de regulación temporal de empleo casi 650.000 trabajadores que se han ido reincorporando total o parcialmente, en función de las suspensiones o reducciones que les afectaran, a sus empleos, lo que ha tirado al alza de los costes totales de su salario pero sin que cambiara lo que cobran por cada hora de ocupación.

La reforma laboral todavía no afecta a los salarios

Los datos de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral son, junto con los de la EPA y los de contratación que mensualmente difunde el Ministerio de Trabajo, que permiten comenzar a medir los efectos de la reforma laboral pactada a finales del año pasado por el Gobierno y los agentes sociales.

Los dos últimos constatan un proceso generalizado de estabilización de las plantillas con la conversión de contratos eventuales en fijos, aunque también un avance de la temporalidad no deseada al formalizarse más relaciones laborales de jornada incompleta de lo que desean los trabajadores.

Los registros de la Encuesta de Coste Laboral no constatan avances ni retrocesos más allá de que esa mayor creación de empleos remunerados con salarios por debajo de la media pueda estar relacionada con el avance de la parcialidad.

"Todavía es pronto para observar los efectos, ya que además los tres primeros meses de este año coinciden con el periodo transitorio de adaptación a las nuevas normas que contemplaba la reforma", explica González, que apunta cómo el nuevo marco legal puede tirar al alza de los sueldos por la vía de la estabilización.

"Quienes pasan de eventuales y de rotar de un empleo a otro a fijos ahora se beneficiarán de las subidas de salario que se apliquen a la plantilla estable, que era algo que antes no siempre ocurría", explica el economista, que añade que "el objetivo del sistema de rotación de empleo era no subir los salarios, pero ese factor de presión sobre los sueldos ha desaparecido".

Enlace relacionado Publico.es (18/06/2022).