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El 41% de los hogares españoles más pobres no pueden realizar todas las comidas en 2023 (10/03/2023).

Las familias más vulnerables están obligadas a renunciar a bienes de primera necisiad por su situación económica.

La situación de los hogares más pobres es dramática en todo momento, independientemente de la coyuntura económica que se atraviese; sin embargo, la llegada de derivas económicas negativas también golpea con más fuerza en la puerta de estas casas. Mientras los efectos de las medidas aprobadas no terminan por materializarse y el grito de las familias trabajadoras es cada vez más ahogado, un 41% de los hogares con ingresos inferiores a los 15.000 euros anuales se ven obligados a saltarse comidas al no contar con el poder adquisitivo suficiente como para tener una alimentación sana y equilibrada, siquiera mínima. Los datos hacen referencia a enero y febrero de 2023.

La inflación cerró el año 2022 en el 8,5% de media, llegando a alcanzar valores del 10,8%, y se sitúa actualmente en el 6%. La inflación subyacente -aquella que incluye los alimentos no elaborados ni la energía- supera con muchos estas cifras y el IPC de los alimentos alcanza un desmedido 15,4%. Tras un mes de aplicación de la eliminación, reducción en algunos caso, del IVA, tan solo se ha reducido en tres décimas este índice y el cheque de 200 euros aprobado consiste en un único pago. Mientras, cuatro de cada diez hogares que se sitúan por debajo del umbral de los 15.000 euros no pueden realizar todas las comidas, según revela el 'Informe Kellogg's sobre pobreza alimentaria en España'

Esta situación no golpea únicamente a las familias más vulnerables, aunque sí en mayor medida, y el estudio realizado por el gigante de la alimentación muestra que el 26% del total de los españoles se encuentra en la misma situación, obligados a omitir comidas. El estudio ubicado en el marco de la pobreza alimenticia es una reedición del que ya se realizó en 2016 para varios países, entre los que se incluía, a parte de España, Francia, Italia, Alemania, Suecia y Bélgica. Las conclusiones y los datos arrojados ya hace siete años eran demoledores y la superación de una pandemia mundial y posterior entrada en una guerra, con sus crisis económicas devenidas, no ha hecho más que evidenciar las grietas del sistema.

Los porcentajes se incrementan desde el momento en el momento en el que se amplía un mínimo el espectro más allá de una necesidad básica como la alimentación. Así, según datos del mismo informe, el 61% de los españoles reconoce que la situación socioeconómica actual está poniendo en riesgo su situación financiera. Nuevamente, las rentas inferiores se llevan la peor parte y un 36% ha sido forzado a recortar su gasto en bienes y servicios de primera necesidad. Este mismo porcentaje se situaba en un 19% hace tan solo siete años.

Miedo y sufrimiento infantil

Consecuencia de la situación de precariedad, el miedo también ha avanzado entre las familias menos pudientes y una de cada tres españoles asegura estar preocupado por el dinero del que dispone para la alimentación. Esta situación se ceba con los más vulnerables y, según dos de cada tres profesores, el número de niños que cada día llega al colegio con hambre se ha incrementado notablemente. La situación económica, el aumento de los precios de los alimentos y la dificultad de conseguir empleos estables, son las causas señaladas por los docentes.

Como no podría ser de otra manera y para acrecentar la desigualdad, el hambre afecta directamente al rendimiento de los más pequeños, que muestran cansancio, dificultad para concentrarse, estado de ánimo bajo y comportamientos disruptivo en clase, según refleja también el estudio. Para evitar esta situación, en muchas familias algunos miembros renuncian a desayunar para que otros miembros, habitualmente los niños puedan hacerlo. En el 14% de los hogares más pobres alguno de los convivientes no realiza la primera comida del día para que otro pueda hacerlo y en un 5% directamente no pueden permitirse el desayuno.

Lacra extendida

La situación no es mejor en el resto de países europeos, algo que no debería restar importancia a los datos, sino mostrar la extensión del problema. En Reino Unido el porcentaje entre la población total que encuentra dificultades para alimentarse se sitúa en 29,3%, en Francia en el 25,5% y en Alemania en el 21,3%. En España el valor se sitúa en el 17,7% y, aunque es el más bajo de los países mencionados, ha avanzado con respecto a 2016.  

En Francia se ha alcanzado ahora un acuerdo para que las dos cadenas de supermercados más grandes establezcan una lista de productos, 200 en algún caso y 500 en otro, básicos y saludables con los precios topados. Eso sí, esta medida llega porque las distribuidoras han decidido acometerlo, no porque el Ejecutivo francés haya emitido una ley de obligado cumplimiento. En España el debate sigue abierto y enfrenta a los dos socios del Gobierno de coalición que no consiguen alcanzar un acuerdo. Mientras, el 26% de los hogares españoles tuvieron que renunciar a alguna de las comidas en enero y febrero de este año para hacer frente a otros gastos o porque no contaban, directamente, con dinero para realizarla.

Enlace relacionado ElPlural.com 09/03/2023.

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