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España es el país de Europa donde más ha crecido la desigualdad salarial por culpa de la pandemia (02/01/2021).

La distancia entre los ingresos más altos y los más bajos ha crecido 13,1 puntos porcentuales, más del doble que la media comunitaria.

- El mayor peso del turismo y la hostelería, así como de los empleos de baja remuneración, más afectados por el paro y los ERTE, convierten a España en el segundo país de Europa que más masa salarial ha perdido, un 12,7%.

- Sánchez defendió en su balance anual subir el sueldo a los funcionarios y no el salario mínimo porque "es el sector privado" el que "hace ese desembolso" y ahora necesita "alivio para sobrevivir"

España es el país de Europa donde más ha aumentado la desigualdad salarial por culpa de la pandemia del coronavirus. El último informe mundial de salarios que elabora la Organización Mundial del Trabajo (OIT), mide cuánto ha crecido la desigualdad de las retribuciones en todo el planeta durante el segundo trimestre del año. Y lo ha hecho utilizando la masa salarial –el total de ingresos de los asalariados– y calculando la ratio entre el porcentaje de ésta que reciben los trabajadores con mayores remuneraciones –los situados en el decil más alto de la distribución salarial, el decil 90– y el porcentaje que cobran los peor remunerados –el decil 10–. Cuanto mayor es la ratio, más desigualdad hay. Antes de la pandemia, el país con mayor desequilibrio en los salarios era Bulgaria, con una ratio de 25,5. Le seguían Austria –23,7– y España –23–. Tras irrumpir el covid-19, España no sólo lidera la desigualdad salarial en Europa, con una ratio de 36,1, sino que además es donde con más intensidad se ha producido esta anomalía: ha crecido 13,1 puntos porcentuales, un 57%. Le acompañan Irlanda –una ratio de 27,2– y Portugal –20,8–, con alzas de 7,9 y 7,3 puntos, respectivamente. La media de aumento de la desigualdad salarial en el continente es del 21,1% menos de la mitad de lo que se ha disparado en España.

Por el contrario, donde los perjuicios del coronavirus se han cebado menos en los ingresos de los trabajadores ha sido en Suiza, Suecia, Noruega, Luxemburgo, Dinamarca y Croacia, con aumentos que no llegan al 10%.

El motivo que explica la superior distancia española entre salarios más altos y más bajos no es otro que el mayor impacto de la pandemia, tanto de la pérdida de empleo como de la reducción de horas de trabajo por los ERTE u otros esquemas de protección similares, en las ocupaciones peor retribuidas. Los trabajadores que realizan tareas de cara al público –hostelería, comercio– están siendo los más afectados por las restricciones impuestas por los gobiernos europeos. Si a ello se suma la preponderancia de sectores como el turismo en un país como España, donde aporte el 12% del PIB, la fotografía del descalabro salarial se completa fácilmente.

Así, la masa salarial ha encogido en Europa una media del 6,5% por culpa del covid, en un cálculo de la OIT que excluye las ayudas de los ERTE, furloughs, Kurzarbeit, chômage partiel, etcétera. Esa reducción es casi la mitad de lo que ha caído el número de horas trabajadas, un 11,4%, precisamente porque los más afectados por el paro y la suspensión de contratos o recorte de horas han sido los puestos peor pagados. De ese 6,5% de pérdida de masa salarial, sólo un 1% se debe a despidos; el resto, al descenso en horas de trabajo. España es el segundo país de Europa que más masa salarial ha perdido por la pandemia, un 12,7% entre el primer y el segundo semestre del año. Sólo le gana Portugal, con una caída del 13,5%. Irlanda se deja un 10,9% y Francia, un 10%. El Reino Unido, un 9,2%. Por el contrario, los holandeses son los europeos que menos masa salarial han perdido, un 1,7%.

Otro dato que confirma este hecho es que la participación en la masa salarial europea de los trabajadores que cobran por debajo de la media se ha reducido un 3,2%. Pero en los países del sur –España, Portugal, Italia, Grecia, Croacia y Malta– la caída ha sido mayor, un 4,5%. Mientras que los nórdicos sólo han perdido un 1,6%.

Por el mismo motivo, el mayor impacto de la crisis del covid en actividades esenciales, expuestas al público y de bajas retribuciones, las mujeres han sufrido un quebranto salarial superior a los hombres. En España ha sido del 14,9% –un 11,3% para los hombres–. La media europea de mengua de ingresos para las mujeres llega al 8,1%, comparada con un 5,4% para los hombres. Pero mientras la caída salarial provocada por despidos apenas distingue entre sexos, 0,4 puntos porcentuales, la originada por la reducción de horas de trabajo asciende a 2,2 puntos.

Los ERTE compensan en un 40% la caída de los sueldos

No obstante, la OIT destaca que la pérdida de masa salarial podría haber sido mucho mayor en Europa de no haberse aplicado los mecanismos de suspensión de contratos y recorte de horas de trabajo que incluyen prestaciones para los trabajadores. Según sus cálculos, estas medidas han compensado la caída de las retribuciones en un 40% en España. En el resto de Europa, hasta un 51%. En el caso de los asalariados peor retribuidos, la pérdida habría sido del 17,3% de sus sueldos si no hubieran existido estos sistemas. Por el contrario, la OIT asegura que el covid no ha alterado las retribuciones de los trabajadores en Rumania, donde sí ha crecido el desempleo, ni en Dinamarca, lo que atribuye a sus “sólidas” instituciones laborales y a un sistema “fuerte” de negociación colectiva, que han amortiguado los efectos de la crisis en las plantillas.

En conjunto, en los países del G20, los más ricos del mundo, los salarios reales han crecido un 2,6% entre el primer y el segundo trimestre del año, pero sólo por lo que se conoce como efecto composición: se han destruido tantos puestos de trabajo de baja retribución que la media del resto de los salarios ha subido. Especialmente en Estados Unidos, donde el pasado mes de abril el paro de quienes tienen sólo estudios básicos creció 14,4 puntos porcentuales, por sólo 5,9 puntos el de los trabajadores con una licenciatura.

El papel del salario mínimo en la reducción de la desigualdad

La OIT dedica varios capítulos de su informe a los beneficios en la reducción de la desigualdad que a su juicio produce el establecimiento de un salario mínimo. Aumentarlo hasta igualar el 67% del salario mediano –el situado a la mitad de una clasificación de todas las retribuciones ordenadas de menor a mayor– reduce la desigualdad en todos los países que el organismo ha estudiado. En España, sin embargo, el 16,6% de los trabajadores cobran menos del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) por hora, bien porque carecen de contrato, o tienen uno a tiempo parcial o a tiempo completo que no remunera las horas extras o complementarias. Si se cumpliera la ley, la desigualdad medida por el índice Gini se reduciría un 3%; medida por el índice de Palma –el porcentaje de ingresos del 10% mejor pagado dividido por el porcentaje del 40% peor retribuido–, un 5%.

El coeficiente Gini de España en 2019 era 33, teniendo en cuenta que cero representa la igualdad perfecta y 100, la desigualdad máxima. El de Estados Unidos es 39 y el de Alemania y Francia, 29. El índice de Palma español está en 1,3, mientras que los de Reino Unido y Estados Unidos son superiores –más desigualdad–: 1,6 y 1,8

En España los salarios reales crecieron un 1,2% en 2019, después de encadenar tres años de caída que sumaron una pérdida del 2,5% mientras la economía se recuperaba de la crisis de 2012. Aún es pronto para saber cómo les ha afectado el covid este año. Lo que es seguro es que habrá dado al traste con las subidas planeadas al comenzar el ejercicio. El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ya ha declarado que el Gobierno no planea aumentar el salario mínimo para 2021. Los sindicatos no han tardado en responderle que no aceptarán su congelación cuando este año las empresas han firmado una subida salarial media del 1,5% en los convenios colectivos. “No se justificaría la congelación de los salarios de las personas que menos ganan en España”, ha replicado el secretario general de CCOO, Unai Sordo. El líder de UGT, Pepe Álvarez, defiende alcanzar los 1.000 euros para 2021.

Este año el SMI está fijado en 950 euros. En su acuerdo de gobierno, el PSOE firmó con Unidas Podemos que al final de la legislatura el SMI equivaldría al 60% del salario medio, unos 1.100 euros. Eso fue antes del covid. A la OIT no le cabe ninguna duda sobre el futuro: “La pandemia reforzará la presión a la baja en los salarios”.

Este martes 29 de diciembre, el Consejo de Ministros prorrogó ese salario mínimo de 950 euros, en espera de que el diálogo social termine en acuerdo, ya en los primeros meses de 2021. Preguntado en su balance de fin de año sobre por qué se congelaba temporalmente el SMI mientras que subían las nóminas de los funcionarios un 0,9%, el presidente del Gobierno respondió: “Cuando me pregunta por qué sí a los funcionarios y a los pensionistas y por qué no en el sector privado, es porque en el sector privado quien hace ese desembolso y ese esfuerzo es precisamente el empresario; y es al empresario al que le estamos aliviando porque necesita ese alivio para poder sobrevivir”. Pedro Sánchez, no obstante, se agarró al "diálogo social en la búsqueda, un año más, de un incremento pactado del salario mínimo interprofesional".

Enlace relacionado InfoLibre.es 30/12/2020.

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