España pacta con Bruselas el calendario de reformas a cambio de los fondos europeos (22/04/2021).

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La reforma del mercado de trabajo tendrá que estar lista en 2021, la de pensiones entre este año y el que viene, y la fiscal queda para 2022.

Con los fondos europeos desbloqueados por el Tribunal Constitucional alemán, se acerca la posibilidad de recibir los 140.000 millones previstos para España entre transferencias y créditos, pero también las exigencias en materia de reformas de Bruselas a cambio del dinero. Según fuentes del Gobierno y de los agentes sociales, el calendario de cumplimiento de las exigencias europeas está ya casi perfilado, empezando por los cambios en el mercado de trabajo, que tendrán que estar listos antes de que acabe este 2021.

El Ejecutivo de Sánchez, según se está trasladando ya a las mesas de negociación con patronales y sindicatos, se ha comprometido a tener listos y publicados antes de fin de año los cambios prometidos en materia de negociación colectiva, subcontratación, flexibilidad interna (es decir, convertir en permanente el mecanismo de los ERTE), reforma de la contratación (para reducir el porcentaje de contratación temporal) y políticas activas de empleo (las que permitirán recualificarse a parados y ocupados). La segunda reforma importante para Europa, la de las pensiones, se repartirá entre este año y el que viene: para 2021 tiene que estar ya listo el nuevo mecanismo de revalorización conforme a los precios y la reforma de la jubilación anticipada y la jubilación tardía, y para 2022 Bruselas espera lo más importante: lo referente a los autónomos (para que coticen en función de sus ingresos), los nuevos periodos de cotización para percibir la pensión, la reforma de la pensión máxima y el cambio en el factor de sostenibilidad (el mecanismo que iba a reducir las pensiones iniciales de los nuevos pensionistas si la esperanza de vida aumentaba). La reforma fiscal, el tercer gran asunto que preocupa en Europa, quedaría para 2022.

Condicionalidad menos estricta

El control que ejercerá Bruselas sobre el cumplimiento de esas reformas y su ajuste al calendario va a ser, eso sí, mucho más suave que el de la anterior crisis, cuando la política era “si no hay reformas, no hay apoyo”. Se está configurando una estructura de reuniones periódicas de control y análisis (en principio, serán dos al año) que ya aparece esbozada en el propio Plan de Resiliencia presentado la semana pasada por el Gobierno: “los pagos europeos están vinculados a la consecución de los hitos y objetivos que se fijen para cada plazo”, para cada cuota de dinero. El primer plazo, según estas fuentes, llegaría a comienzos de verano: la promesa de España era tener listas reformas en el mercado laboral (como las que ya están aprobadas o a punto de aprobarse, teletrabajo y riders) y a cambio podrían liberarse de 10.000 a 15.000 millones de euros.

Más adelante en este mismo año se vería si se ha avanzado en esas reformas del mercado de trabajo y de pensiones, para seguir inyectando recursos. Las conversaciones sobre reformas y auditoría siguen; de hecho, este mismo jueves la ministra de Trabajo viaja a Bruselas para verse con el vicepresidente de la comisión, Valdis Dombrovskis, y el presidente del Europarlamento, David Sassoli, para hablar de políticas sociales, pero también de la puesta en marcha de la parte de empleo incluida en el plan de reformas español, el componente 23 de los 30 que integran el programa de reformas remitido a la Comisión.

Enlace relacionado CadenaSerr.com 22/04/2021.