El hambre se disparó en 2020, con una de cada diez personas del mundo víctimas de desnutrición (13/07/2021).

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El informe sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo señala que este aumento se debe al impacto de la pandemia de la covid, aunque la tendencia al alza era ya apreciable desde mediados de la década.

El 9,9% de los habitantes del planeta (unos 811 millones de personas) sufrían desnutrición en 2020 y el 30% de la población mundial vivía en situación de inseguridad alimentaria grave o moderada.

Así lo pone de manifiesto el informe sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo de 2020, elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Agencia de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Agencia de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Según sus conclusiones, este aumento tan catastrófico se debe al impacto de la pandemia de la covid, aunque la tendencia al alza era ya apreciable desde mediados de la década. Alerta de que si se mantiene esta tendencia, el objetivo de hambre cero para 2030 no se alcanzará por un margen de casi 660 millones de personas, de las que unos 30 millones "pueden estar relacionados con los efectos duraderos de la pandemia".

En su informe, la ONU destaca que el hambre se "ha disparado" en 2020, con un aumento en términos absolutos y relativos superior al crecimiento poblacional. Así, una de cada 10 personas sufría desnutrición, frente al 8,4% de 2019.

De estas, más de la mitad (418 millones) vivían en Asia en 2020; más de un tercio (282 millones) en África; y una proporción menor (60 millones) en América Latina y el Caribe. Sin embargo, el aumento más pronunciado del hambre se registró en África, donde la prevalencia estimada de la desnutrición (21% de la población) es más del doble que la de cualquier otra región.

Por su parte, 2.300 millones de personas (el 30% de la población) carecían de acceso a una alimentación adecuada (inseguridad alimentaria grave o moderada) en 2020, con un incremento en dicho año igual al de los cinco anteriores juntos. La desigualdad de género se profundizó, ya que por cada 10 hombres con inseguridad alimentaria, había 11 mujeres en 2020 (frente a 10,6 en 2019).

Malnutrición

La malnutrición persistió en todas sus formas, prosigue el informe, " y los niños y niñas pagaron un precio elevado". En 2020, se estima que más de 149 millones de niños y niñas menores de cinco años sufrían retraso en el crecimiento o eran demasiado bajos para su edad; más de 45 millones presentaban desnutrición aguda o eran demasiado delgados para su altura; y casi 39 millones presentaban sobrepeso.

El trabajo subraya que en muchas partes del mundo, la pandemia ha provocado "una recesión económica brutal" y ha puesto en peligro el acceso a los alimentos. Sin embargo, ya antes el hambre se estaba extendiendo, y advierte que "los avances en materia de desnutrición retrocedieron".

Esta situación se hizo más patente en las naciones afectadas por conflictos, fenómenos climáticos extremos, crisis económicas o que luchan contra una alta desigualdad. El informe identifica todos estos factores como los principales impulsores de la inseguridad alimentaria, que a su vez interactúan entre sí.

Enlace relacionado Público.es 12/07/2021.