El IPCC concluye que es posible no superar los 1,5 ºC de calentamiento si se realizan cambios radicales en la economía (12/08/2021).

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El mayor panel de especialistas en cambio climático es tajante: el planeta sufre ya cambios irreversibles en miles de años. Limitar la temperatura al máximo requiere de reducciones de emisiones nunca vistas.

Ningún rincón del planeta está a salvo de la crisis climática. Los cambios en el clima y en el sistema climático son una realidad a la que hay que hacer frente sin titubeos. Muchos de los cambios que ya se experimentan no tienen precedentes en siglos. Algunos, como la continua subida del nivel del mar, la salud de los océanos o el deshielo de Groenlandia y la Antártida ya han arrancado y son irreversibles en cientos o miles de años. El nuevo informe del IPCC (el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, ligado a la ONU), presentado este lunes 9 de agosto, recoge estas señales de alerta.

El reto al que se enfrenta la humanidad es grave, pero no hay que tirar la toalla. La ciencia tiene diagnosticado el problema. Existe la certeza de qué hay que hacer, cómo y cuándo. Tras el baño de realidad, el grupo de especialistas de la ONU guarda un mensaje para la esperanza que esperan que sirva de estímulo: una reducción fuerte y sostenida de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero limitaría la temperatura y el cambio climático. Para luchar contra la crisis climática hay tiempo, pero cada vez va quedando menos para evitar los peores impactos. Según el Grupo de Trabajo I del IPCC –encargado de este informe–, aunque los beneficios para la calidad del aire serían casi inmediatos, podrían pasar entre 20 y 30 años hasta ver estabilizarse las temperaturas globales.

El informe muestra que las acciones humanas siguen teniendo el potencial de determinar el curso futuro del clima. Una vez más, se reafirma que existe una relación casi lineal entre las emisiones antropogénicas acumuladas y el calentamiento global que provocan. En este sentido, la evidencia es clara en cuanto a que el CO2 es el principal impulsor del cambio climático, aunque no el único: “Limitar otros gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos, especialmente el metano, podría tener beneficios tanto para la salud como para el clima”, señala Panmao Zhai, copresidente del Grupo de Trabajo I.

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Sigue leyendo en climatica.lamarea.com, donde también encontrarás una entrevista con Josep Canadell, autor principal y coordinador de un capítulo del informe, y un artículo del investigador y profesor Eloy Sanz sobre los entresijos en el trabajo del IPCC.

Enlace relacionado LaMarea.com 09/08/2021.