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Iberdrola: anteponer el beneficio privado frente un bien público como el agua (12/08/2021).

La compañía ha desembalsado agua de los pantanos para producir energía a menor coste aprovechando la subida de la tarifa eléctrica. Esta práctica está dejando algunos embalses en niveles mínimos históricos.

“Debido a la gran negligencia y al interés de Iberdrola en la producción energética más barata como es la hidráulica, tres pueblos […] nos hemos quedado sin suministro de agua”. En una carta al director de un medio local, el alcalde de Belvís de Monroy (Cáceres), Marcos Pascasio (Extremeños), señalaba hace algunos días hacia Iberdrola como culpable de la falta de agua que vivió la localidad.

“Si en septiembre dicen que hay cortes, acordaos de Iberdrola”, apuntaba Raúl Martín, concejal de Unidas Podemos en el Ayuntamiento de Cáceres, durante una mesa redonda celebrada a principios de agosto en la ciudad. El coloquio se centraba en la minería, pero era inevitable que surgiera el tema del agua. Entre los habitantes de la capital existe el temor de que pueda suceder algo similar a lo ocurrido en Belvís de Monroy.

Las críticas a la energética, una de las cotizadas en el IBEX 35, se suceden. El motivo es sencillo: en julio decidió desembalsar agua en varios de los pantanos sobre los que tiene la concesión. De ese modo pudo producir energía a un coste menor en un momento en el que el precio de la luz alcanzaba picos históricos. Esa energía es vendida al precio máximo del mercado, lo que se conoce como “beneficios caídos de cielo”.

Las consecuencias de esa acción son visibles en los embalses de Extremadura, que tienen un 30% menos de reservas que la media de la última década. El de Valdecañas es un buen ejemplo de la utilización privada de un bien público como es el agua, estando en la actualidad al 21% de su capacidad, 20 puntos porcentuales menos que hace exactamente un año. El nivel es tan bajo que han aflorado unas ruinas –entre ellas un convento medieval– que se encontraban bajo el agua desde la creación del pantano hace más de 55 años. A pesar de ello, desde Iberdrola defienden que la reducción de las reservas de agua disponibles tienen un “carácter coyuntural” y que se recuperarán en época de lluvias.

“Ni los más viejos de lugar han conocido el embalse tan bajo”, explica Marcos Pascasio, alcalde de Belvis de Monroy. Por convenio, Iberdrola no puede permitir que el agua baje de la cota 290, que es justo donde han dejado el nivel. En ese punto, la bomba que abastece a la localidad se quedó al aire, imposibilitando que el agua llegase al pueblo. “Tuvimos que llamar a la empresa que se encarga del mantenimiento y aumentar la longitud de la bomba para llegar a la cota actual”, cuenta Pascasio. Y añade: “Esto lo pudimos arreglar en 24 horas, pero imagínate que nos quedamos sin agua en verano durante varios días. Deberían avisarnos antes; no se puede jugar así con un bien primario y con las personas”, se queja.

Desde la eléctrica, sin embargo, defienden que la explotación de los embalses “se realiza siguiendo todos los condicionantes medioambientales establecidos y en contacto y coordinación con las autoridades competentes”. Reconocen que en esta coyuntura de “precios altos en el mercado asociados al precio del gas” han usado parte de las reservas de los pantanos, pero sostienen que la producción hidroeléctrica ha permitido “satisfacer la demanda a un precio inferior a si esa demanda se hubiese cubierto con centrales de mayor coste”. De acuerdo con los expertos consultados por este medio, esto solo sucede en los casos en los que el gas no entra en el mix eléctrico; una vez está dentro, la energía producida con agua se paga al precio del gas, dando lugar a los conocidos como «beneficios caídos del cielo» para las eléctricas.

A preguntas de lamarea.com, el director general de Planificación e Infraestructuras Hidráulicas de la Junta de Extremadura, Álvaro Jiménez, recuerda que “las competencias en la gestión de los recursos hídricos corresponden al Estado”. Desde la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), sin embargo, no han respondido a las cuestiones trasladadas.

A pesar de ello, Jiménez defiende que estos organismos “priorizan la satisfacción de las demandas de agua de los abastecimientos a la población antes que las actividades productivas particulares”. Asimismo, anuncia que hace algunos días, el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura aprobó destinar 6.132.937 euros a actuaciones en distintos ámbitos del abastecimiento de varias poblaciones afectadas que suman 115.500 habitantes: ”No nos consta que el ayuntamiento [de Belvis de Monroy] haya cursado ninguna petición o consulta reciente a esta Consejería”, añade.

No es la primera vez que las poblaciones adyacentes al embalse de Valdecañas se levantan contra la eléctrica. En 2019, la Comunidad de Regantes de Peraleda de la Mata convocó una concentración bajo el lema ‘Iberdrola nos va a arruinar si no deja de turbinar’. El objetivo era pedir a la compañía que dejase de desembalsar agua y subiese la cota para que regantes y ganaderos pudiesen usarla. El alcalde de Berrocalejo, Ángel Pedro Martínez, denunció en conversación con lamarea.com que en 2018 se les quemó la bomba de extracción de agua al quedarse al aire.

Sequía: una serie o un aviso

“Cáceres ha sido el escenario de importantes series como Isabel, Inés del alma mía o Juego de Tronos. Y hace un par de semanas se estuvo grabando aquí Sequía, de Televisión Española. Así que si hubiesen venido hace algunos días, podrían haber visto a Miguel Ángel Muñoz paseando por la ciudad”, bromeaba un guía turístico en la Plaza de San Jorge. Y mientras los actores de la serie disfrutaban del escenario natural que ofrece el conjunto medieval, Iberdrola ponía en riesgo el suministro de agua para sus vecinos y vecinas.

Gracias a unas bombas de agua, la ciudad de Cáceres se abastece del embalse de Alcántara, cuyo trasvase permite rellenar el pantano de Guadiloba, que no tiene capacidad para garantizar de manera periódica el suministro del núcleo de población. Coincidiendo con la escalada de los precios de la electricidad, la energética vasca decidió turbinar agua del embalse de Alcántara, del cual tiene la concesión, para obtener energía. En palabras del alcalde socialista de Cáceres Luis Salaya, esta energía es “prácticamente gratis” para Iberdrola.

El problema para la ciudad es que, por debajo de la cota 194, las tuberías no podrían captar el agua, que quedaría por debajo de las mismas. Algo que estuvo muy cerca de ocurrir el 21 de julio, quedándose el nivel en 194,6. Según los datos de Embalses.net, el pantano se encuentra en la primera semana de agosto al 44% de su capacidad mientras que el año pasado por estas mismas fechas esta al 74%. Todo ello mientras todavía quedan prácticamente dos meses para que comience el nuevo año hidrológico.

De acuerdo con el concejal Raúl Martín (Unidas Podemos), en la actualidad no hay riesgo de que los cacereños se queden sin suministro, ya que el Guadiloba tiene reservas garantizadas hasta finales de año e Iberdrola tiene la obligación de mantener el agua en la cota 194. “Eso no quita que la actuación de Iberdrola haya podido poner en peligro el abastecimiento. En ejercicio de la concesión, Iberdrola dispone de ese agua a su antojo sin tener en cuenta nada más. No es el modelo que nosotros elegiríamos porque el agua es un recurso que deberíamos de poder disfrutar todos y no solo una empresa”, explica.

Un río privatizado

Valdecañas y Alcántara no son los único pantanos del Tajo cuya concesión está en manos de Iberdrola. Desde el año 1956, en pleno franquismo, se otorgó a la eléctrica la explotación de los embalses de Azután, Torrejón y Cedillo. Miguel Ángel Sánchez, portavoz de la Plataforma en Defensa de los ríos Tajo y Alberche, denuncia que el Tajo “funciona como si fuese un río privado” y se queja de que las confederaciones hidrográficas son “monigotes en manos de las hidroeléctricas” que no atienden a los intereses generales: “La CHT se escuda en que Iberdrola tiene la gestión privada y ya está”.

Esto ha permitido, en palabras del propio Miguel Ángel Sánchez, “aberraciones” como soltar hasta 400-500 metros cúbicos por segundo en pleno parque nacional de Monfragüe, provocando una ola que arrastró nidos de cigüeña negra, una especie en peligro de extinción. Para el activista, el coste ambiental de esta privatización de Tajo “no ha sido evaluado totalmente” por las diferentes administraciones.

Que dichas empresas privadas dispongan de estas enormes masas de agua también pone en peligro otro recurso básico para la superviviencia de estas poblaciones rurales: el turismo. Marcos Pascasio, alcalde de Belvis de Monroy, explica que el pleno del ayuntamiento de la localidad planea la posibilidad de construir un embarcadero de recreo, lo que supondría una importante inversión para el municipio, con su consiguiente deuda, pero cuyo objetivo es atraer turismo a la zona. “Si después de gastarnos todo ese dinero nos encontramos con que Iberdrola hace y deshace a su antojo con el agua de Valdecañas, el proyecto sería un fracaso y supondría unas pérdidas enormes”, se queja.

Asimismo, el primer edil no entiende que si parte de las zonas indudables del pantano están en el término municipal de la población, “el ayuntamiento no tenga ningún control sobre ellas”.

Fuera de la comunidad extremeña hay otros casos como el del embalse de Ricobayo, en Zamora, el más grande de la provincia. Según denuncia elDiario.es, Iberdrola aprovechó el cambio en la tarifa eléctrica que entró en vigor el 1 de junio de 2021 para vaciar el 79% del embalse. Una actuación que podría arruinar la temporada alta de verano en los municipios que viven del turismo.

Desde el punto de vista cultural e histórico, estos embalses guardan en sus tripas parte del patrimonio de la región: “Que salgan a la luz es un peligro si no está protegido”, denuncia Miguel Ángel Sánchez. Así, periódicamente, la bajada del nivel del agua permite ver el dolmen de Guadalperal, conocido de manera oficiosa como “el Stonehenge español” y para el cual se solicita protección patrimonial. Este año, la pérdida de agua del embalse nunca antes vista ha dejado al descubierto un convento y una granja medieval que fueron parte del municipio de Talavera la Vieja, construido sobre la ciudad romana de Augustrobiga.

Enlace relacionado LaMarea.com 10/08/2021.

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