El calor extremo mata ya a más de 350.000 personas cada año en el mundo (27/10/2022)

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Más de 350.000 personas mueren cada año en el mundo por el calor extremo. Este tipo de muertes, producidas por la exposición a altas temperaturas, han aumentado un 68% solo durante los últimos cinco años, entre 2017 y 2021 (en comparación con el período de 2000 a 2004). Mientras tanto, la superficie terrestre mundial afectada por sequías extremas ha crecido un 29% entre 2012 y 2021.

Estos son algunos de los resultados del informe 2022 que la revista médica The Lancet publica este miércoles, realizado por 99 expertos de 50 grandes instituciones, como la OMS o el University College de Londres, y que analiza los últimos impactos sobre salud que está provocando el cambio climático.

Además, la exposición a las altas temperaturas ha provocado también la pérdida de 470.000 millones de horas de trabajo en todo el mundo en 2021, y esto afectó, sobre todo, a los países de ingresos bajos y medios.

“La crisis climática nos está matando. Está socavando no solo la salud de nuestro planeta, sino la salud de las personas en todo el mundo, a través de la contaminación atmosférica tóxica, la disminución de la seguridad alimentaria, los mayores riesgos de brotes de enfermedades infecciosas, el calor extremo récord, la sequía, las inundaciones y mucho más” asegura el secretario general de la ONU, António Guterres.

Europa, en alto riesgo

Y las olas de calor están afectando, de forma espacial, a los países europeos y esto, según este informe internacional, produce un mayor riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas, enfermedades relacionadas con el calor y muertes por exposición a la contaminación del aire ambiente.

En concreto, en Europa, entre la primera y la segunda década del siglo XXI (2000-2009 frente a 2010-2019) la exposición a las olas de calor aumentó un 57% de media, con incrementos locales de más del 250%.

Y las consecuencias son graves. Por ejemplo, el 55% de las regiones europeas se han enfrentado a eventos de sequía estival de extremos a excepcionales en los años 2011-2020.

La idoneidad del clima para la propagación de enfermedades infecciosas como el dengue o la malaria está aumentando en Europa.

Mientras tanto, la continua quema de combustibles fósiles (como el petróleo o el gas) provocó 117.000 muertes en 2020 por exposición a la contaminación atmosférica por partículas finas, siendo el sector del transporte el principal contribuyente.

Por otra parte, el 59,9% de las ciudades europeas informaron de que el cambio climático amenaza ya los servicios sanitarios o la salud pública, siendo las enfermedades relacionadas con el calor las más identificadas como un peligro sanitario relacionado con el clima.

Víctimas mundiales

A nivel mundial, los impactos sanitarios del cambio climático están provocando un mayor riesgo de inseguridad alimentaria, transmisión de enfermedades infecciosas, enfermedades relacionadas con el calor, pobreza energética y muertes por exposición a la contaminación atmosférica.

A pesar de ello, los Gobiernos siguen fomentando la producción y el consumo de combustibles fósiles, ya que 69 de los 86 gobiernos analizados en este informe subvencionan efectivamente los combustibles fósiles, por un total neto de 400.000 millones de dólares en 2019. Estas subvenciones superaron el 10% del gasto sanitario nacional en 31 de los países y superaron el 100% en 5 países.

Datos esperanzadores

Por último, los datos de este informe muestran también algunos signos de esperanza: por primera vez, el empleo en las energías renovables superó al empleo directo en la industria de extracción de combustibles fósiles.

El propio sector sanitario, aunque sigue siendo responsable del 5,2% de todas las emisiones mundiales, ha demostrado un impresionante liderazgo en cuestiones climáticas, y 60 países se han comprometido a realizar la transición a sistemas sanitarios resilientes al clima o con bajas o nulas emisiones de carbono.

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