Si no sana hoy, ¿sanará mañana? En defensa de la sanidad pública extremeña (30/11/2022).

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El Sindicato Médico de Extremadura, SIMEX, anuncia huelga para diciembre. “Como ciudanía debemos apoyar dicha huelga, practicar el apoyo mutuo, y como pacientes debemos dejar de quejarnos en los pasillos de los centros de salud, donde quien nos oye es quien menos culpa tiene”.

Si a usted, desde la sanidad pública, le derivan a algún centro de la sanidad privada y no tiene más remedio que acudir… ¡ponga una queja!

No se conforme ni se calle ante lo que es un disimulado acto de enriquecimiento ajeno particular a costa de lo público. No sea bobo o boba, por no decir un pringao. Si se le deriva de lo público a lo privado es que el mensaje está muy claro: o bien no se puede o bien no se le quiere atender desde el sistema público de salud. Si se trata de lo primero, que no se puede, es que alguien anda gestionando mal un servicio cuya prestación es obligatoria para quienes se postularon ante el electorado; si se trata de lo segundo, que no se quiere, es que se debe a una mala intención, a una aviesa voluntad, cosa no muy descabellada en un país donde políticos y empresarios abrevan en la misma mesa, entre candiles de plata y vinos que cuestan un riñón, siempre a costa del mismo donante.

Los Presupuestos Generales de Extremadura de 2022 recogían una partida de 89 millones de euros para la asistencia sanitaria con medios privados, de los que casi la mitad se lo llevan los servicios de ambulancia (43,4%), seguido de los conciertos para programas especiales de hemodiálisis en centros hospitalarios (11,6%).

La Fundación IDIS (Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad), la entidad que aglutina al sector sanitario privado y que defiende los intereses de la sanidad de pago, se vanagloria en su último informe de abril de 2022 de acudir al rescate de la sanidad pública, incapaz (según interpretación de la de pago) de atender la demanda en la atención primaria. Tanto es así que, a día de hoy, la de pago se queja de que la pública le sale deficitaria, pues hace que la ciudadanía, cansada de esperar citas que se alejan en el calendario, contrate pólizas baratas de 20 euros en las compañías privadas que, a vista de las dolencias consultadas y tratamientos recibidos, no son rentables para los dueños del negocio. Todo ello en un rocambolesco ejercicio de roñosa cicatería, interpretación torticera de los datos y manifestación de cierto malestar por tener que atender a tanto pobre que se cree rico cuando contrata tales pólizas baratas. 

En un centro de salud como el de Montijo-Puebla de la Calzada, provincia de Badajoz, la cita de atención primaria presencial está en 19 días. Si usted la pide para que le puedan ver una llaga purulenta en la mano, con pintas de infección, es posible que cuando acuda lo leve se haya convertido en grave y la gangrena obligue a amputarle el brazo. Ya puestos, resulta más seguro ir pidiendo cita, aunque no se padezca ninguna dolencia, en previsión de posibles males.

Las tornas han cambiado. Si hace apenas siglo y medio los movimientos societarios abogaban por la supresión del Estado, por ser nido de oligarcas y plutócratas, frente a estos últimos que hacían de él motín de sus rapiñas y lo defendían a capa y espada, hoy día es la derecha la que pretende convertir al Estado en un mero espectador del desmantelamiento de la sanidad pública en beneficio de la privada. A mensajes como el de las fundaciones privadas se suman el cabildeo de políticos que se autoproclaman socialistas mientras hacen de lo social mercancía de compra y venta, sin atajar de una vez por todas los seculares males de Extremadura, desde su imposible ferrocarril hasta su maltrecha sanidad.

Jerez de los Caballeros, Valencia de Alcántara, La Campiña sur, Fregenal, Bodonal de la Sierra, Montijo, Puebla de la Calzada… De norte a sur y de este a oeste crecen las protestas de la ciudadanía, que reclaman la defensa de lo público y un sistema fuerte, adecuado, acorde con lo establecido en el artículo 43 de la Constitución española, donde se reconoce el derecho a la protección de la salud y se determina que “compete” a los poderes públicos salvaguardar este derecho.

El Sindicato Médico de Extremadura, SIMEX, anuncia huelga para diciembre. Como ciudanía debemos apoyar dicha huelga, practicar el apoyo mutuo, y como pacientes debemos dejar de quejarnos en los pasillos de los centros de salud, donde quien nos oye es quien menos culpa tiene. Salir a la calle en señal de protesta y poner una o más quejas donde haya que ponerlas es la mejor manera de apoyar esta huelga.

Nos va la vida en ello.

Enlace relacionado ElSaltoDiario.com 29/11/2022.