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Todas las huelgas sanitarias que confluyen en Madrid (23/02/2023).

A la huelga de Atención Primaria y los paros que se dan en las urgencias extrahospitalarias desde hace tres meses, se une una jornada de protesta para todas las categorías en los centros de salud durante este jueves, así como una huelga médica hospitalaria para los próximos 1 y 2 de marzo.

Madrid es hoy un polvorín de lucha en contra de la política sanitaria del gobierno de Ayuso. La huelga médica en Atención Primaria acaba de cumplir tres meses. Tres meses de desencuentros, de posiciones enfrentadas, de encierros médicos, uno de ellos en las dependencias de la Consejería de Sanidad. Y de lucha en las calles. Dos grandes manifestaciones, impulsadas por vecinos y vecinas, han mostrado el músculo del que goza la defensa de la sanidad pública tanto entre los profesionales como entre la ciudadanía. Y ahora, cuando las posiciones entre profesionales, ciudadanía y administración permanecen alejadas, las huelgas en la sanidad madrileña se agolpan.

A la de Atención Primaria y a los paros intermitentes que se dan desde el 7 de noviembre en los centros de urgencias extrahospitalarias, se unen unos paros de dos horas para todos los centros de salud que se realizarán durante este jueves 23 de febrero (de 12:00 a 14:00 y de 18:00 a 20:00) para todas las categorías profesionales que trabajan en Atención Primaria, así como una huelga médica hospitalaria para los próximos 1 y 2 de marzo. Por otro lado, el personal que atiende las llamadas del SUMMA 112 comenzaba este 18 de febrero una huelga intermitente, que tendrá lugar los lunes y los sábados durante las 24 horas de servicio tras un traslado forzoso hasta las instalaciones del Hospital Enfermera Isabel Zendal.

Paro de todas las categorías de Primaria

Así, este 23 de febrero los y las profesionales de todas las categorías que trabajan en Atención Primaria pararán dos veces, cuatro horas en total en una segunda convocatoria de estas características tras la del pasado 2 de febrero. Unos paros que buscan la vinculación en la lucha con la ciudadanía, por lo que piden concentraciones en los diferentes ambulatorios a las 13:00 horas y a las 18:30.

Rosa López, portavoz del sindicato SUMMAT, que apoya los paros convocados por MATS, AME, AFEM y CGT, indica que estamos ante unos paros que quieren ser “un toque de atención” para juntar a ciudadanía con los profesionales, tras las últimas declaraciones del consejero de Sanidad, que indican un cambio de modelo en la Atención Primaria hacia una atención solo de enfermería, y la prohibición de la Comunidad de Madrid de recoger firmas, repartir folletos y pegar carteles en los centros de salud alusivos a la protesta.

“Este tipo de declaraciones caldean un poco más el ambiente, un ambiente ya de por sí caldeado por la sobrecarga de trabajo tanto de médicos como enfermería”, expresa López. “Los equipos en Atención Primaria—enfatiza— deben ser multidisciplinares. Las labores están interconectadas, no las puedes separar unas de otras: si la enfermera detecta una diabetes se la pasa al médico y el médico después se la pasa a la enfermera para que haga seguimiento”, relata López.

Entre las exigencias de este paro, un incremento presupuestario para la Atención Primaria hasta el 25% que exige la OMS — Madrid es colista a escala nacional con un 10,7%—, 10 minutos por paciente en cada consulta y un sobredimensionamiento de las plantillas. También exigen disminuir los días de espera para conseguir una cita médica ya que desde el 2019 la espera ha aumentado en tres días y la media es de casi nueve.

Por otro lado, exigen la reapertura de todos los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) con equipos de profesionales completos y suficientes y vuelta a los Servicios de Atención Rural (SAR) tal y como estaban en octubre de 2022.

Huelga invisibilizada en los PAC

Mientras, los profesionales que trabajan en los antaño SUAP y SAR, hoy conocidos como Puntos de Atención Continuada (PAC), continúan con sus paros intermitentes, que comenzaron el pasado 7 de noviembre, después de que el gobierno de Ayuso acometiera la reorganización de las urgencias extrahospitalarias el  27 de octubre. Una reorganización que implicó la apertura de 80 centros con la plantilla de 40.

“Los paros en las urgencias extrahospitalarias no tienen repercusión porque los servicios mínimos impuestos son del 100%”, indica Rosa López. Una cifra que, asegura la portavoz del SUMMAT, ellos mismos vulneran todos los días. Así, y según las cifras que recopilan los trabajadores y trabajadoras de estos dispositivos, entre diciembre y enero solo el 57% abrió con las plantillas al completo.

Dispositivos que abren muchos días sin médicos y que suponen un riesgo para la población. Así, el pasado 23 de diciembre, un bebé moría a las puertas del PAC de Paracuellos del Jarama en ausencia de facultativo o facultativa y el domingo 12 de febrero una vecina de Rivas acabó en la UCI tras sufrir un choque anafiláctico y no poder ser medicada en el PAC ante la ausencia de personal médico.

Paro entre el personal que atiende al 112

En las urgencias del SUMMA 112, un colectivo concreto de trabajadores y trabajadoras, los que atienden las llamadas del 061, se encuentra en pie de guerra. Se trata de personal que cobra 1.080 euros como salario base y que ha sido desplazado de manera forzosa desde la calle Antracita en Legazpi hasta las instalaciones del Hospital Enfermera Isabel Zendal, sito en Valdebebas.

El hospital de pandemias de Ayuso, que hoy funciona a medio gas, y que aglutina algunos servicios ante la falta de ingresos. Vladimir Valentín, representante de CGT, explica que el pasado 18 de febrero comenzaron con esta huelga, que tendrá lugar los lunes y los sábados. En ella, además de pedir transporte digno a través de un autobús de línea para llegar hasta estas instalaciones hospitalarias —“algunas compañeras tardan entre cuatro y seis horas ida y vuelta”, declara— piden una mejora en sus condiciones laborales.

Valentín, quien denuncia la imposición de unos servicios mínimos del 100% que ya han impugnado ante la justicia, asegura que, por el momento la empresa Ilunion, adjudicataria de este servicio, está dando pasos para que puedan conseguir mejoras retributivas. “De momento Ilunion ha registrado una solicitud de incremento del presupuesto del actual pliego de condiciones. Si la Comunidad de Madrid lo acepta mejorarían nuestras condiciones laborales”, resume. Incremento que también condiciona la imposición de un autobús de línea, según argumenta la empresa, e incremento que condicionará la permanencia de esta lucha.

Huelga hospitalaria

Y, ante la saturación de la Atención Primaria y el “desmantelamiento” de las urgencias extrahospitalarias, la puerta de entrada a la atención hospitalaria, que son las urgencias, colapsa. Un colapso que se está haciendo más evidente que nunca y que en cierta medida empuja a otra huelga, la hospitalaria, convocada por el sindicato médico AMYTS para los próximos 1 y 2 de marzo.

Informan desde este sindicato, que tras intentar negociar con la Comunidad de Madrid y registrar cuatro escritos para ello, no han obtenido respuesta. “Tienen diez días por delante para llamarnos e intentar negociar. Puede haber negociación como en otras comunidades que no han empezado los paros”, espera Javier Ortega, portavoz de AMYTS en la sección hospitalaria, quien cuenta que hicieron una encuesta entre los 12.000 facultativos y facultativas especialistas que trabajan en los hospitales madrileños y entre un 70 y un 80% dijeron que era el momento.

Además de apoyar las reivindicaciones de Primaria, que afectan directamente a los hospitales como si de unos vasos comunicantes se tratase, los médicos y médicas especialistas tienen sus propias reivindicaciones, algunas históricas, relata Ortega. “Tenemos bloqueados los concursos de traslados desde hace 20 años. Es decir, una vez que sacamos nuestra plaza en un hospital, no nos podemos desplazar hacia otro, siendo una excepción en el funcionariado, y esta es una de nuestras reivindicaciones principales”, relata. Además, entre las reivindicaciones históricas, destaca el elevado porcentaje de temporalidad entre los médicos especialistas, que supera el 54%. “Hay facultativos temporales que llevan más de 20 años como interinos”, expresa, a lo que suma a la reducción de la jornada a las 35 horas semanales, también como demanda.

Y Ortega no duda que, ante tanto conflicto fragmentado, lo deseable sería una huelga total en toda la sanidad madrileña, pero los sindicatos presentes en la mesa sectorial “se han puesto de perfil”. “Sería conveniente que esta huelga fuese de todos los sectores pero algunos sindicatos se han puesto de perfil y nosotros no lo vamos a hacer”, asegura el portavoz de AMYTS para quien el momento oportuno es “cuando los trabajadores lo piden”. Y ese momento ya ha llegado.

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