La Comunidad externaliza el almacenamiento de las vacunas contra la covid (18/02/2021).

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La Comunidad ha adjudicado la conservación, preparación y distribución de los viales a Logista Pharma y DHL por 261.949,06 euros.

El mismo día que el subdirector de la Organización Panamericana de la Salud, Jarbas Barbosa, advirtió que ningún país estaba preparado para almacenar las vacunas, Isabel Díaz Ayuso ofrecía el centro de emergencias Isabel Zendal como lugar para albergar las dosis de toda España. Fue el 12 de noviembre. Tres meses después, a esa nueva infraestructura de la Comunidad de Madrid con un sobrecoste que ya triplica el precio inicial no ha llegado ningún vial y el servicio ha sido externalizado a Logista Pharma y DHL por un total de 261.949,06 euros.

“Si los países van a utilizar esas vacunas tendrán que prepararse”, dijo Barbosa en referencia al fármaco de Pfizer, que necesita una conservación a -70ºC. “Por sus condiciones únicas y su ubicación junto al principal aeropuerto del país, ofrecemos el gran almacén del Hospital Isabel Zendal para albergar la vacuna. Es un hospital al servicio de España”, verbalizó aquel jueves la presidenta en la Asamblea de Madrid y publicó más tarde en Twitter. Aquello no se materializó.

Los contratos para ese servicio fueron adjudicados por el procedimiento de emergencia para el “almacenamiento, preparación y distribución” de los viales. En los tres se especifica lo mismo: “Por tratarse por tanto de una emergencia de carácter inaplazable, se ha solicitado un único presupuesto y se ha encargado de urgencia”. El primero a Logista Pharma, el 23 de diciembre, por 156.204,47 euros y para la medicación de Pfizer. Para esa misma empresa fue el segundo, del 4 de febrero, por 20.085,88 euros y para el fármaco de Moderna. El tercero, a DHL Exel Supply Chain para las dosis de AstraZeneca, el 8 de febrero, por 85.658,71 euros.

¿Por qué la Comunidad de Madrid no se hizo cargo de esa logística? “Todas las comunidades autónomas hemos externalizado el almacén y la distribución de vacunas, dado que se carecen de medios. Se necesitan vehículos de -20º”, contestó en un primer momento un portavoz de la Consejería de Sanidad. El transporte y la conservación de las vacunas era una dificultad añadida a una logística ya compleja, por el volumen y las condiciones óptimas para mantener esas dosis, que difieren según cada producto.

Las de Pfizer necesitan 70 grados bajo cero, por lo que necesitan una cadena de ultrafrío poco habitual; las de Moderna se mantienen estables al menos medio año a -20ºC y después pueden estar 30 días entre los 2 y los 8 grados; y las de AstraZeneca se mantienen en esa misma horquilla, entre 2 y 8 grados, es decir, que pueden entrar dentro de la estructura logística que ya hay para otras vacunas.

Mientras que los aparatos y vehículos necesarios era algo con lo que todas las autonomías tenían que hacerse, no ocurría lo mismo con el espacio, según se desprendió del ofrecimiento de Isabel Díaz Ayuso. Excepto Madrid, ninguna otra región cuenta con una infraestructura como el Zendal, construida exclusivamente “para luchar contra la pandemia”, como repiten diversos portavoces del Gobierno autonómico; con un almacén “con casi 8.000 metros cuadrados y 12 metros de altura, y que albergará la sede del almacén central del Servicio Madrileño de Salud”, como redactaron para la presentación del centro de emergencias; y tampoco ninguna otra región había dicho tener un lugar “óptimo” para albergar las vacunas ni lo había puesto a disposición del resto de autonomías.

Ahora, dice ese mismo portavoz, “se ha empleado el almacén como centro logístico para EPIS [equipos de protección individual], y se ha llenado debido a las compras que hemos hecho en los últimos meses. Para las vacunas finalmente se ha decidido contratar una empresa”. Respecto a esa invitación al resto de comunidades “no ha habido respuesta al ofrecimiento”.

Esa ocupación total del Zendal que explica la Consejería de Sanidad ha derivado en los tres contratos, en los que se especifica que “el almacenamiento y conservación de los medicamentos y productos, la recepción y la preparación de pedidos tendrán lugar en las instalaciones de la empresa prestadora del servicio”. Tienen también diferencias entre sí por las características de cada vacuna, los tiempos de entrega y la cantidad.

Para el de Pfizer. por ejemplo, ha sido necesaria la incorporación de dos ultracongeladores, por un total de 42.350 euros; y en este caso el plazo de ejecución del contrato va “desde la recepción de las primeras vacunas el 26 de diciembre de 2020 hasta la finalización de la vacunación prevista en este contrato”; además, añade el documento, ese plazo “viene definido por el tiempo necesario para la distribución de 250.000 dosis de vacunas”. Algo que, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, de este martes, ya ocurrió.

Madrid ha recibido 386.475 dosis —333.375 de Pfizer, 25.400 de Moderna y 27.700 de AstraZeneca—, y ha administrado 346.408. Aunque se desconoce el desglose de inoculación por cada una de ellas, con esos datos, aunque se hubieran inyectado todas las de AstraZeneca y todas las de Moderna, la de Pfizer ya habría sobrepasado esas 250.000 que recoge el contrato; restando las cantidades de las otras dos, son 293.308 las administradas.

A la pregunta de si se ha modificado ese contrato con Logista Pharma, la Consejería responde que se va a prorrogar: “Está en tramitación. Se puede hacer a posteriori aunque se hayan superado las 250.000 dosis”. Sobre el precio de esa prórroga, “aún no” se conoce. Para las otras el cupo aún no se ha cubierto: la de AstraZeneca contempla una cantidad similar, 250.000 dosis, desde la primera entrega, el 8 de febrero, y la de Moderna 77.000 desde la recepción de las primeras, el 18 de enero.

DOS CÁMARAS FRIGORÍFICAS Y UN GENERADOR

El 2 de diciembre, y en previsión de la llegada de las vacunas en las siguientes semanas, la Comunidad de Madrid decidió comprar material para prepararse. Adjudicó dos contratos, firmados por el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, y el secretario general técnico, Francisco Javier Carmena Lozano. Ambos fueron ejecutados por la vía de emergencia para el “suministro e instalación de dos cámaras frigoríficas para apoyo a la vacunación” y el “suministro e instalación de un generador auxiliar destinado al servicio” de esas dos cámaras. Todo quedó instalado entre el 9 y el 16 de diciembre, según se establece en las condiciones de los contratos.

El Gobierno regional estimaba entonces que eran “necesarios recursos logísticos para el almacenaje y distribución de las vacunas adquiridas, entre los cuales están los que permitan el almacenamiento a bajas temperaturas” y consideraban “necesaria la instalación urgente” de esos aparatos “en el Centro de Vacunación de la Comunidad de Madrid”.

En el caso de las cámaras frigoríficas, se pidió presupuesto a dos empresas y finalmente recayó en Miguel Villacañas Frío Industrial S.L, por 32.548,27 euros. “Por ser el más ecónomico”, se lee en el contrato. Para el generador, la Comunidad pidió únicamente presupuesto a Cad & Lan, S.A., “por tratarse de una emergencia de carácter inaplazable”, empresa a la que dio el contrato por 25.641,96 euros.

Ahora, aunque los servicios de almacenamiento fueron externalizados, la Comunidad asegura que estos elementos están sirviendo de apoyo en la logística del proceso de vacunación.

Enlace relacionado ElPaís.com 17/02/2021.