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El infectólogo Robert Güerri: "Si en Semana Santa salimos como hicimos en Navidad vamos al desastre" (27/02/2021).

El jefe de sección del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar asegura que la tercera ola "ha sido mucho peor que la segunda".

- Güerri explica a NIUS que todavía tienen en la UCI a pacientes ingresados durante la segunda oleada.

- El infectólogo advierte que las aglomeraciones de estos días durante las manifestaciones ha facilitado el contacto.

El coronavirus empieza a dar tregua a los hospitales catalanes sin embargo esta tercera ola ha sido tan fuerte que todavía la presión asistencial es muy elevada. Solo en Cataluña hay 1.824 personas ingresadas con covid y 569 pacientes en UCI, una cifra muy elevada que provoca que la comunidad esté en calma tensa permanente. Aunque los centros hospitalarios llevan días notando un cierto descenso, el goteo de nuevos de casos a las puertas de urgencias continúa y la presencia de las nuevas cepas del coronavirus empieza a preocupar, sobre todo en Cataluña donde la variante británica comienza a ser mayoritaria. 

En este contexto, todo el mundo tiene la mirada puesta en la Semana Santa. El miedo a que vuelva a ocurrir lo mismo que en Navidad invade a la mayoría de las administraciones, quienes no acaban de tener claro qué medidas adoptar de caras a estas fechas festivas. Los expertos entienden que hay que encontrar una balanza entre proteger el sistema sanitario y preservar la actividad económica, sin embargo, advierten que si se toman decisiones inadecuadas la inminente llegada de la cuarta oleada podría abocarnos al desastre. 

Esta es la opinión que como muchos otros comparte Robert Güerri, jefe de sección del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar. El doctor Güerri asegura que esta tercera ola ha sido mucho peor que la segunda y advierte que si las cosas no se hacen bien y se disparan los ingresos hospitalarios en durante la cuarta ola los hospitales no podrán soportarlo. De hecho, en su centro todavía tienen pacientes que ingresaron en la segunda oleada, personas cuya hospitalización y recuperación está siendo muy lenta.

PREGUNTA. Llevábamos semanas mejorando datos y en los últimos días han empezado a empeorar. ¿Qué ha pasado en Cataluña?

RESPUESTA. Venimos de una situación que hemos generado nosotros mismos desde principios de diciembre, cuando hubo un incremento de contacto y por lo tanto de infecciones. Vivimos una tercera ola que ha sido dura por las condiciones en las que estábamos y por el componente ambiental del frío, que el virus se transmite mucho mejor. Con las restricciones después de Navidad se disminuyeron los contactos, pero ahora se complica. Parece que íbamos de salida, pero ha entrado dentro de la ecuación la variante británica y yo creo que esto es algo a tener muy en cuenta.

En las últimas semanas hemos ido detectando que hay un incremento de la frecuencia de detección de la variante británica, se transmite mucho mejor, no parece que sea más grave, pero sí que es verdad que las infecciones son más fáciles. En Cataluña, estos días ha habido mucha más gente por la calle, por las manifestaciones y esto ha facilitado el contacto y es verdad que estamos viendo que hay un incremento del número de contagios.

P. ¿Han notado que la alta transmisibilidad de las nuevas variantes está impactando ya en los hospitales?

R. La variante que estamos detectando de forma ya mayoritaria y que está suponiendo un porcentaje significativo es la británica. Esta se transmite mucho mejor, aunque no hace cuadros más graves. Es un tema de probabilidades, si se transmite mejor hay más casos a la vez y sabemos que este 20% de casos que haya van a ser casos graves que en un porcentaje no despreciable van a requerir ingreso. Por lo tanto, es una cadena. Si hay muchos más casos y la variante británica es lo que favorece vamos a ver más casos en los hospitales.

Los hospitales hemos ido viendo que en las plantas de hospitalización convencional ha ido disminuyendo el número de ingresos, pero esto no significa que no haya nuevos casos. En la puerta de urgencias del hospital siguen apareciendo casos nuevos cada día y algunos de ellos acaban en la UCI, que es cierto que están en una situación todavía muy difícil. Por tanto, este momento no es fácil, por un lado, la parte económica requiere que se reactive la actividad económica, pero por otro la parte sanitaria requiere proteger el sistema para que no vuelvan a aumentar los contagios.  

P. Con estos datos sobre la mesa y teniendo en cuenta que queda poco más de un mes para la Semana Santa. ¿Temen que pueda llegar una cuarta ola?

R. A estas alturas y con la experiencia que tenemos se lo puedo asegurar. Si volvemos a hacer lo mismo en Semana Santa que lo que hicimos en navidad tendremos una cuarta ola, de mayor o menor intensidad, esto dependerá de nosotros. Si llega una cuarta ola fuerte tendremos que volver a estar con la incidencia elevada, volver a contar muertos y pensar qué medidas tomar. A ver si a la cuarta va a la vencida, y no estropeamos lo que estamos logrando con tanto esfuerzo. No hay que tomar las medidas equivocadas.

P. ¿Si entramos en cuarta ola, los hospitales partirían de una situación más complicada que cuando entramos en la tercera oleada?

R. En este momento, a día de hoy, es peor, claramente peor, porque la tercera ola ha sido mucho peor que la segunda. Si ahora se abre, si salimos en tromba como hicimos el julio pasado o en Navidad, interaccionaremos, habrá más infecciones e inmediatamente veremos cómo se incrementan los casos en los hospitales. Los hospitales están más o menos preparados para recibirlo, pero en las condiciones en las que estamos en las que hay tres plantas con pacientes covid, hay una uci llena o prácticamente llena con covid, esto haría que el tratamiento optimo a estos pacientes sería muy difícil de poder darlo.  

P. ¿Todavía mantienen pacientes de la segunda oleada?

R. Mayoritariamente son de la tercera, pero aún hay algún paciente que ingresó en la UCI a final de lo que se hizo llamar la segunda ola y está todavía hospitalizado. El problema no solamente es el hecho de tener una infección, es que si una persona entra en la uci por esta infección el proceso puede ser largo. No solamente se trata la infección sino las consecuencias que la infección genera. Pueda llevar muchas semanas el hecho de que el paciente recupere la fuerza y pueda salir de la uci, incluso meses. Ahora aún hay personas de la segunda que siguen.

P. ¿Cómo debe ser esta Semana Santa para que no ocurra lo que está advirtiendo?

R. Creo que es un equilibrio muy frágil entre preservar la salud, proteger el sistema sanitario y la situación económica. Dentro de este equilibrio tan frágil entra la responsabilidad individual. Si nos permiten abrir y nosotros somos conscientes de la responsabilidad se puede encontrar perfectamente un sistema mixto en el que se permita salir y circular y que no haya una gran repercusión. Si en Semana Santa se permite abrir y salimos como hicimos en Navidad estamos abocado al fracaso y al desastre, porque ya sería una cuarta ola en unas condiciones como las que estamos viviendo ahora en las que todavía no hemos recuperado casi ni de la segunda, y de la tercera todavía no. Será compleja si no se hacen las cosas bien en Semana Santa. No me gustaría estar en la piel de quien tenga que tomar la decisión de cómo hacer las cosas, es una decisión muy difícil.

P. Catalunya lleva dos meses con medidas muy duras y no conseguimos bajar del todo. Y Madrid con todo abierto está igual o mejor. ¿Por qué no baja aquí la incidencia? 

R. A veces intentamos simplificar las cosas y no son tan sencillas. Hay muchos factores que influyen en la transmisión de este virus. Por ejemplo, es posible que nosotros, en Cataluña, que además lo sabemos, estemos viendo un porcentaje de variante británica mucho más elevado que en otros lugares de España. Este yo creo que podría ser un punto. Las diferencias en las medidas entre Madrid y Barcelona se ubican dentro de la esfera de lo político, para controlar esta infección ya sabemos todos lo que tendríamos que hacer y sería la solución perfecta, todos en casa encerrados en casa sin salir, pero como esto no es posible hay que balancear entre medidas que contribuyan a parar la transmisión y medidas que contribuyan a favorecer la actividad económica. Madrid ha adoptado un modelo y parece que les está funcionando, en Cataluña se ha optado por otro y está funcionando también. Al final, las inspecciones virales son ciclos y hay más factores que no puramente las restricciones. Las restricciones ayudan a acelerar las cosas, pero hay más factores.

P. El Procicat ha optado por esperar unas horas antes de decidir qué hacer con las restricciones. ¿El Govern debe volver a endurecer las medidas o nos podemos permitir relajarlas?

R. Desde un punto de vista médico, yo pienso que hay que continuar como estamos, hay que descongestionar las ucis y creo que esto es una prioridad imperiosa. Desde un punto de vista ciudadano y social, pienso que hay que encontrar el balance y encontrar algunas medidas que permitan abrir. Siempre con la condición y sabiendo que en el momento en que todo esto empeore podamos volver atrás. Si hay más contacto habrá más infecciones y la situación en los hospitales empeorará. Yo creo que esto es muy importante, la vigilancia epidemiológica tiene que ser estricta y para poder detectar pequeños cambios y poder tomar medidas

Lo importante es la responsabilidad individual. Tenemos que comportarnos siempre como si nosotros mismos estuviéramos infectados y pudiéramos transmitir la enfermedad a otras personas. Por tanto, no siempre dependiendo de las medidas que se tomen sino también de la responsabilidad individual. Los políticos nos tratan a los ciudadanos como tontos y los ciudadanos nos comportamos como que no sabemos qué hay que hacer. Tenemos experiencia de un año, a lo largo de este año hemos tenido la posibilidad de ver cómo se comporta el virus, tenemos que ser conscientes del virus. No hay que esperar a que nos digan lo que podemos hacer.

P. Hace diez días de las elecciones catalanas. ¿Puede haber contribuido al aumento de casos o las nuevas variantes están influyendo más?

R. Yo no tengo los datos, pero por número de días no cuadra todavía. Sí que a partir de ahora el impacto real en el número de infecciones detectadas se notaría, pero en principio el funcionamiento en las elecciones fue razonable. Yo creo que los responsables de Salut Pública harán un análisis real sobre esto. 

P. ¿El efecto vacunas va a ser suficiente para frenar que la cuarta oleada de coronavirus sea muy dura?

R. Esta cuarta ola si no se toman las medidas equivocadas va a suceder, pero tenemos tres aspectos a favor. El primero, la vacunación. Hay un porcentaje de la población, sobre todo gente vulnerable, que ya empieza a estar vacunada. Es completamente insuficiente y falta mucho por hacer, pero es un punto para tener en cuenta. En segundo lugar, hay que tener en cuenta el número de personas que ha pasado la infección, y tienen cierto grado de protección. En tercer lugar, la protección ambiental. En invierno íbamos hacia unas temperaturas de más frio, una situación en la que el virus se transmite mejor. Ahora vamos un poco al revés, más calor y más radiación ultraviolada, que hace que el virus se comporte mejor. De todas formas, está la variante británica que se transmite mejor. Si hacemos las cosas bien a nivel individual y desde las administraciones podemos tener una cuarta ola más floja.

P. La vacunación masiva es la única alternativa

R. Creo que la vacunación tiene que ser una prioridad nacional, es la unidad manera que tenemos de salir de esta situación y recuperar algo parecido a lo que era la vida antes de la pandemia. Las administraciones se tienen que marcar desde el punto de vista prioritario el llevar a cabo la aplicación de las vacunas de forma masiva lo antes posible. Un mes antes de llegar a tener un número significativo de población vacunada implica un mes antes de poder abrir restricciones y recuperar la vida social.  Si se hace esto y se consigue una vacunación masiva en los próximos meses probablemente después de verano podremos recuperar una vida más o menos normal, si esto no es así porque vamos vacunando lentamente porque la campaña de vacunación es errática podemos vivir una siguiente ola en agosto, otra en octubre y así sucesivamente.

Enlace relacionado NiusDiario.com 26/02/2021.

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