África lucha por la suspensión de las patentes en un contexto político agitado (20/03/2021).

  • Imprimir

A la sombra de la pandemia global la actualidad en el continente africano desvela los innumerables prismas de un mismo contexto, desde las vacunaciones hasta la lucha por un acceso a la salud más igualitario y las implicaciones para la estabilidad social y política.

La actualidad en el continente africano demuestra hasta qué punto la caída de una ficha pone al descubierto realidades relativamente silenciadas. Las otras caras de la moneda. Las estrategias de vacunación vuelven a recordar las diferencias para acceder a la inmunidad según la latitud. Convive la llegada de las vacunas de la iniciativa global COVAX, que pretende equilibrar la disponibilidad de las inyecciones, con la lucha para suspender temporalmente unas patentes que objetivamente están dificultando la lucha contra la epidemia. Pero la pandemia, igual que las explosiones en Bata, ha puesto al descubierto otras tensiones sociales y políticas.

La vacunación en África: Entre COVAX y patentes

Dos variables parecen estar marcando el proceso de vacunación en el continente africano: por un lado, la distribución de las dosis proporcionadas por la iniciativa COVAX que pretende poner al alcance de los países más vulnerables la inmunización contra la Covid19; y, por otro, la lucha por la supresión de las patentes en los instrumentos clave de la lucha contra la pandemia. Estas dos constantes se pueden plantear también en otros términos: el acaparamiento de vacunas por parte de los países del Norte global, con más capacidad de compra, por un lado; y la persistencia de los intereses de la industria farmacéutica en medio del drama de la amenaza global, por otro.

En cualquier caso, los anuncios de la distribución de las dosis facilitadas por COVAX van jaleándose como una desesperada cuenta atrás, precisamente en medio de una segunda ola de la epidemia que ha tenido mayor impacto en África que la primera y que empieza a poner en riesgo, en algunos casos, incluso, la estabilidad política y la paz social de algunos países.

Ghana fue, a finales de febrero, el país que recibió el desembarcó de la primera partida de vacunas distribuida por la iniciativa COVAX y, junto a Costa de Marfil, inauguró la estrategias de vacunación ejecutadas con esas dosis. A partir de ese momento, los cargamentos de inyecciones orientadas a la inmunización colectiva han sido recibidos con una enorme atención en diferentes países del continente africano, en algunos casos recibidos casi con honores y en muchos en medio de amplias campañas de propaganda del gobierno de turno.

La lista ha ido creciendo poco a poco, Nigeria, República Democrática del Congo, Angola, Kenia, Ruanda, Senegal, Sudan y así progresivamente. Junto a la iniciativa COVAX han llegado donaciones de países como China, Rusia, India o los Emiratos Árabes Unidos, de manera que en los programas de vacunación del continentes aparecen además de la de Oxford-Astra Zeneca, o la de Pfizer, o la de Johnson & Johnson, la Sputnik V rusa o la Sinopharm china. El proceso no ha estado exento de problemas, Sudáfrica fue el primer país en suspender la vacunación con Astra Zeneca ante las dudas de su efectividad para la nueva cepa detectada en primer lugar en el país. En medio de la actual tormenta con esta misma vacuna, la República Democrática del Congo se ha unido a los países que han paralizado temporalmente su administración.

Mientras tanto hay un mapa del mundo que se está haciendo popular y que resulta extremadamente significativo, es el de los países que apoyan la propuesta lanzada por Sudáfrica e India de suspender temporalmente las patentes de herramientas críticas para luchar contra la pandemia, es decir, fundamentalmente las de las vacunas. Varias organizaciones internacionales, incluida la propia OMS, se ha posicionado a favor de esta suspensión. Ese mapa arroja, igualmente una imagen clara de los países que se oponen a esta medida de emergencia llevada a debate en la Organización Mundial del Comercio. La mayor parte del más de medio centenar de países que se han convertido en decididos patrocinadores de esta propuesta se encuentran en África. La mayor parte de los que se oponen abiertamente están en Europa, además de EE.UU. Australia, Japón o Brasil, coincidiendo con los estados que más acopio de dosis han hecho.

El presidente negacionista tanzano, John Magufuli muere de... un “ataque al corazón”

La última vez que se le había visto en público fue el 27 de febrero y su desaparición había hecho que los rumores se disparasen. El miércoles las autoridades tanzanas anunciaron oficialmente el fallecimiento del presidente del país, John Magufuli. La extravagante posición del líder apodado el bulldozer, convirtió a Tanzania en la diana de las mofas relacionadas con la epidemia de Covid19. Ha aparecido como el paradigma del país negacionista y ha sido carne de caricatura, en un ejercicio de simplificación y de generalización, ya que respondía al discurso de su presidente, no necesariamente a una posición de país.

Durante el último año de pandemia, Magufuli cuestionó la existencia del virus, la fiabilidad de las pruebas e impuso el silencio a las posiciones contrarias a ese negacionismo que, sin embargo, se encomendaba a dios para mantener al país a salvo de la amenaza. Después de dejar de recoger datos de infectados y resistirse a iniciar una estrategia de vacunación, Magufuli había matizado algunas de sus posiciones en las últimas semanas, ante la presión de organizaciones internacionales.

Y en esas desapareció el mapa, desde el 27 de febrero no se le había visto en público y en diez días los susurros eran casi un grito en un régimen que ha sido reiteradamente denunciado por violar derechos fundamentales y aplastar a los críticos. La oposición empezó a hablar de un Magufuli, precisamente, enfermo de Covid19 y fue situado en Kenia y en India, supuestamente para ser tratado. El miércoles se desvelaba la incógnita: oficialmente John Magufuli había muerto de un ataque al corazón. Su vicepresidenta, Samia Suluhu se convierte, así, en la primera mujer presidenta del país. Y al mismo tiempo se abre un periodo de incertidumbre en la sucesión de un líder que había caído en una deriva autoritaria. Hace menos de medio año ganó las elecciones con un discutido 85% de los votos.

Guinea Ecuatorial en la agenda informativa, lamentablemente

No es habitual que la actualidad de Guinea Ecuatorial se abra en el hermetismo del país y se cuele en la agenda mediática internacional, pero esta vez los hechos eran imposibles de silenciar y han ayudado a revelar la situación en la que se encuentra la población de un país con unos pingües ingresos por la explotación de las reservas de petróleo.

El pasado 7 de marzo por la tarde, una serie de explosiones sacudieron la ciudad de Bata, la más grande de Guinea Ecuatorial, en medio de la confusión. Finalmente, trascendió que el origen de las explosiones había sido el arsenal de una base militar situada en una zona densamente poblada de la localidad. La versión oficial señala que un fuego provocado por agricultores se extendió hasta el polvorín de la base militar afectó a los explosivos que se almacenaban y se desencadenaron una serie de detonaciones que causaron estragos en los alrededores y provocaron un centenar de muertos y más de seiscientos heridos de diversa consideración. Inmediatamente, las autoridades han reclamado no atender a los rumores que hablan de una manipulación negligente de esos explosivos por parte de los militares.

Más allá de las informaciones que puedan estar en tela de juicio, la explosión ha dejado al descubierto algunas de las carencias del régimen de Teodoro Obiang, que gobierna el país desde agosto de 1979. Por un lado, la incapacidad del sistema de salud para dar respuesta a la emergencia según han denunciado fuentes sanitarias. Por otro lado, la desconfianza en la transparencia que ha llevado a organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos a reclamar una investigación independiente. En todo caso, se ha producido una amplia respuesta internacional que ha llegado a gobiernos como el español, el israelí, el venezolano o el qatarí, a enviar material humanitario y equipos humanos de emergencias. La numerosa comunidad ecuatoguineana en España se ha movilizado desde el primer momento, para mostrar su apoyo y brindar apoyo a la población de Bata a través de diferentes iniciativas.

El tiempo no calma los ánimos ni en Níger ni en Chad

Hace semanas que la tensión aumenta en Níger y Chad, dos países clave en la estabilidad de la región del Sahel. En el primer caso, la crisis se desató con el anuncio de los resultados provisionales de las últimas elecciones presidenciales que daban la victoria al candidato oficialista Mohamed Bazoum. Después de una primera reacción de la ciudadanía y de una represión de las movilizaciones que se centró el bloqueo del país y en la obstaculización de la difusión de informaciones parecía que los ánimos se habían calmado. Sin embargo, durante la semana pasada se han reproducido las escenas de tensión y el despliegue de fuerzas de seguridad en la capital que aumentan la sensación de inestabilidad de la población y que alimenta las quejas por el intento de intimidación de las autoridades, mientras en la región periférica de Tillabéri continúan los asesinatos de civiles por parte de grupos armados.

Mientras en Níger se espera que las aguas vuelvan a su cauce a medida que se alejan las elecciones, en el vecino Chad la tensión se incrementa, precisamente con la proximidad de los comicios previstas, por el momento para el 11 de abril. El ex candidato opositor Yaya Dillo, continúa huido pero advirtiendo que obstaculizará las elecciones, desde que una intervención militar en su casa se saldó con cinco muertos, entre ellos, su hijo y su madre. Otros tres candidatos se han retirado de la carrera presidencial, por lo que los comicios amenazan con perder legitimidad, para el presidente Idriss Deby que pretende revalidar su cargo después de 30 años en el poder.

Denis Sassou-Ngesso opta a su cuarto mandato en Congo

Denis Sassou-Ngesso acumula 36 años en el poder entre sus dos periodos de presidencia en la República del Congo (conocida como Congo-Brazzaville). El domingo intentará ganar para iniciar su cuarto mandato consecutivo. Los electores no podrán escoger entre la oposición más firme al líder, ya que sus dos principales adversarios en las últimas elecciones en 2016, fueron encarcelados y condenados a 20 años de prisión por atentar a la seguridad del Estado cuando no reconocieron los resultados de los comicios. La contestación que se desencadenó en aquella ocasión llevó a una crisis que fue considerada como una guerra civil por algunas organizaciones, por la represión desatada en algunas regiones del país.

Enlace relacionado ElSaltoDiario.com 18/03/2021.