Las contradicciones acerca de la seguridad de AstraZeneca reavivan la alarma sobre esta vacuna (08/04/2021).

  • Imprimir

AstraZeneca se seguirá aplicando después de que la Agencia Europea del Medicamento la avale pero Sanidad ha decidido que se inmunice con ella a mayores de 60 años pese a que hasta ahora se ha utilizado para menores de 55. Esto vuelve a chocar con la recomendación de la UE que no ha determinado franjas de edad.

Dos jornadas de contradicciones, fallos comunicativos y decisiones unilaterales han provocado que vuelva a saltar la alarma sobre AstraZeneca. Desde este martes se han repetido mensajes confusos sobre los efectos adversos de una de las inyecciones que se aplican en el mundo para luchar contra la covid-19. Sin embargo, tras horas de tensión, las autoridades sanitarias europeas han vuelto a avalar la vacuna: los beneficios superan los riesgos aunque exista un "posible vínculo" entre AstraZeneca y casos muy raros de trombos. Los datos respaldan esta posición porque la frecuencia de estos casos es aproximadamente de uno de cada 100.000 inoculados y, como indica la Sociedad Española de Trombosis, la enfermedad del coronavirus provoca un aumento de incidencia: el riesgo de trombosis es variable pero en los pacientes críticos se estima en un 20-25% de los casos.

Todo empezó cuando el responsable de la estrategia de vacunas de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), Marco Cavaleri, afirmó en una entrevista al medio italiano Il Messaggero que, en su opinión, había un vínculo claro entre AstraZeneca y los casos de trombos. Esto levantó la alarma por los titulares que generó en medios de toda Europa y por la falta de más información ya que Calveri dijo esto antes de que la propia EMA tomara posición. El comité de evaluación de riesgos de farmacovigilancia (PRAC) tenía previsto seguir con la revisión de los casos de trombos hasta el jueves aunque toda la confusión provocó que adelantaran su anuncio a este miércoles. Tras una última reunión por la mañana, la EMA confirmó que seguía avalando el uso de AstraZeneca en toda Europa.

La alerta, sin embargo, ya había saltado en España. Y llegó hasta las Administraciones. Castilla y León anunció, de forma unilateral, que paralizaba la inoculación de AstraZeneca. Según fuentes de la Junta, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, tomó la decisión incluso sin contar con el visto bueno de todo el Ejecutivo. El Ministerio de Sanidad reconoció a la consejera que la comunidad tenía competencias para dar este paso aunque la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, recriminó al Ejecutivo autonómico que no hubiera esperado a la reunión del Consejo Interterritorial. La confusión crecía aún más con estos mensajes contradictorios.

Poco después de la decisión de Castilla y León, la EMA convocó de forma extraordinaria a todos los ministros de Sanidad de la Unión Europea. "Aún no tenemos nada claro. Solo nos han dicho que los siguientes movimientos tienen que ser unitarios. Los 27 tenemos que adoptar la misma decisión. La incertidumbre es tal que puede ser que nos den datos como para que tengamos que cancelar la inmunización con AstraZeneca, pero también nos pueden convocar para que lancemos todos un mensaje claro de confianza o cambiemos las recomendaciones de los grupos a vacunar", explicaron a Público fuentes gubernamentales sobre las 12 horas. 

Tras esta convocatoria de urgencia, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud se retrasó hasta las 20.00 horas. Horas de preocupación para ciudadanos, enfermeros y técnicos que no tenían claro lo que pasaría. Hasta ahora el mensaje de los sanitarios había sido claro: lo importante es vacunar y hay confianza en lo aprobado por la EMA. Pero el caos que comenzó este martes llevó a que enfermeros que tenían que administrar los pinchazos se revolvieran. "No es que nosotros perdamos confianza en la vacuna, es que la gente viene con mucho miedo y llega a un punto en el que no sabes qué decir. Imagínate que esta noche nos dicen los políticos que esta vacuna no se pone más", comenta una enfermera madrileña a este medio. Aunque el enfado fue aún mayor en Castilla y León. Algunas personas se enteraron de que se suspendía la vacunación cuando iban camino de recibir el pinchazo. "Al final crean ansiedad entre la población", avisa uno de los afectados.

Todo lo causado contrasta con el mensaje que las autoridades sanitarias afirman que quieren dar: las vacunas contra la covid-19 son seguras. Cuando esta seguridad es algo que respaldan los datos disponibles hasta ahora. La jefa del Comité de Evaluación de Riegos de la EMA, Sabine Straus, ha explicado en rueda que se han registrado 18 muertes entre los casos de trombosis, 169 casos de trombosis cerebrales y 59 abdominales entre 34 millones de personas inoculados con AstraZeneca en Europa y Reino Unido. La frecuencia de estos trombos es de "aproximadamente uno de cada 100.000" inoculados. 

Además, la covid-19 provoca también un aumento de incidencia de trombosis. Según informó la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia, esta enfermedad provoca "un aumento de incidencia de trombosis debido a fenómenos inflamatorios muy intensos, y predomina el tromboembolismo pulmonar sobre otras formas de trombosis". "El riesgo de trombosis es variable, pero en los pacientes críticos (en UCI) se estima en un 20-25% de los casos. En los pacientes hospitalizados no críticos este riesgo es menor, pero aun así alcanza el 5%. Los pacientes con enfermedad leve, que no requieren ingreso, también tienen un aumento del riesgo sobre la población general, y este se estima en un 1%. En todos los casos, el riesgo supera ampliamente el de la población general", explican en un comunicado.

Aunque un último mensaje contradictorio ha llegado de la misma rueda de prensa de la EMA porque Straus también ha comentado que la mayoría de casos de trombos se han dado en mujeres con menos de 60 años y, a la vez, que no se ha concluido que la edad, el género o los historiales médicos sean factores de riesgos. La explicación que traslada un técnico del Ministerio de Sanidad es que, por la estrategia de priorización de Europa, esa mayoría puede verse alterada. "También se podría decir que hay más personas occidentales afectadas y eso no se entiende porque sea un factor de riesgo. Es porque hay más vacunados occidentales con AstraZeneca", añade. 

De hecho, la edad con la que inocular esta dosis ha sido controvertida desde el principio. En Europa muchos países como España hicieron caso omiso a la EMA y decidieron no inmunizar a mayores de 65 años con AstraZeneca pese a que ahora Reino Unido ha tomado una decisión totalmente diferente: no vacunar con ella a menores de 30 años. Ahora España ha vuelto a hacer caso omiso a Europa al decidir inocular solo a mayores de 60 años.

Las consecuencias de dejar de vacunar con AstraZeneca serían graves para toda Europa. En concreto en España se perderían siete millones y medio de inyecciones contra la covid, algo que no haría que se depediera mucho más de que el resto de dosis de Pfizer, Moderna y Janssen lleguen sin ningún retraso para poder cumplir con los objetivos del Gobierno de inmunizar al 50% de la población en julio y al 70% a finales de verano.

Enlace relacionado Público.es 07/04/2021.