Muere en el Hospital de Coslada tras esperar 10 horas en urgencias sin que detectaran que padecía un aneurisma (13/06/2021).

  • Imprimir

Emilio, de 35 años, llegó al Hospital de Coslada con un dolor en el pecho y tras casi medio día de agonía murió sin que le descubrieran que tenía un aneurisma de aorta. Le vaciaron por dentro y no se le pudo hacer la autopsia judicial.

El Hospital del Henares, en Coslada, se enfrenta a otra denuncia de muerte por presunta negligencia médica. Tras el caso de Nuria, una mujer de 35 años que falleció desangrada en una operación de riñón el 28 de mayo, ahora se ha conocido otro posible error en el centro que investiga el juzgado número 5 de Coslada.

El pasado 31 de enero perdió la vida en el mismo hospital Emilio Díaz, de 39 años, tras pasar 10 horas de agonía en las urgencias. Su familia asegura que llegó con una tensión muy alta y un fuerte dolor del que no fue tratado hasta que sufrió un síncope y su corazón dejó de latir. Días después se determinó que había muerto de un aneurisma de aorta y creen que hubo una mala praxis por parte de la doctora que le atendió.

«Lo que hicieron con mi hermano fue descabellado e inhumano. No se le dio una oportunidad. Si nada más entrar en urgencias le hubieran diagnosticado la dolencia le podrían haber operado», dice su hermana Vanesa, sanitaria de 42 años.

La madrugada de su óbito el hospital se ofreció a hacer una autopsia clínica a Emilio para averiguar la causa de su repentina muerte. Sus padres y hermana aceptaron. Firmaron el consentimiento igual que lo hizo la familia de Nuria sin saber lo que les esperaba. Acabaron denunciando al hospital, ya que no les entregaba el cadáver, y reclamaron una autopsia judicial. Cuando les dieron el cuerpo a Emilio le habían vaciado por dentro, metido sus órganos en formol y era imposible la prueba de un forense. Tardaron ocho días en poder enterrarlo.

Emilio trabajaba como mozo de almacén y era un apasionado del deporte. Estaba separado y tenía tres hijos. Su único problema físico era que sufría hipertensión.

El viernes 29 de enero empezó a sentirse mal. Tenía una opresión en el pecho. Al día siguiente se levantó con un gran dolor torácico y abdominal. Las molestias no cesaban y, acompañado de su madre, se fue a las urgencias del Hospital del Henares. Llegó a las 14.00 horas.

«Le hicieron el típico triaje para determinar si su caso era grave y ya tenía una tensión de 19,8. La doctora le mandó a la sala de espera y le fueron haciendo a lo largo de la tarde un electro y una analítica de sangre», señala Vanesa.

El hombre seguía con mucho dolor. «Se quejaba mucho y fue varias veces a pedir que le pusieran algo porque no aguantaba más. No paraba de moverse. Tan solo le dieron una pastilla para bajarle la tensión y no le monitorizaron nunca mientras estaba en la sala de espera de Urgencias no Covid».

A las 22.30 horas por fin le hicieron una radiografía de tórax, prosigue Vanesa. La familia averiguó después que la radióloga ya vio ahí una elongación aórtica que sospechan que no llegó a ver la doctora. A las 23.30 le dijeron que entrara en el box de urgencias y una hora después, Emilio se desplomó en una salita de espera. «Le dio un síncope y ya no pudieron reanimarle pese a que bajaron hasta internistas de la UCI».

Su hermana recuerda que esa noche su madre le llamó para decirle que Emilio estaba muy mal. Al entrar al hospital un médico le dijo a Vanesa que su hermano estaba «en parada». «Vino la doctora que le había atendido y me soltó: 'Son cosas que pasan'. Y le contesté que mi hermano había estado pidiendo durante 10 horas ayuda sin que le atendiesen», continúa su hermana.

«A las dos de la madrugada del domingo nos comunicaron su muerte y que no sabían las causas. Por ignorancia aceptamos que se le hiciera una autopsia clínica. Pensé que era una autopsia en condiciones y cuando pasa todo el domingo y no hay noticias del hospital me fui a poner una denuncia en la comisaría de Policía Nacional de Coslada», añade.

La indignación en la familia aumentó cuando el martes averiguaron que le habían sacado todos los órganos y los había puesto en formol. «No había manera de hacerle una segunda autopsia, aunque la forense vio una serie de anomalías y mandó los órganos de mi hermano a Toxicología. Lo que hace el hospital de Coslada con los fallecidos es algo increíble. Te engañan con la autopsia clínica y así ellos actúan a su favor», cuenta Vanesa.

La familia denunció al centro y el juzgado investiga los hechos. Los parientes han conseguido el testimonio de varias personas que avalan cómo «sufrió Emilio en las urgencias», tienen ya las grabaciones de las cámaras de seguridad del hospital y han encargado un peritaje para tratar de demostrar que el paciente fue abandonado.

El pasado 28 de mayo otra familia de Coslada sufrió algo similar. Nuria murió en una operación del riñón en el quirófano del mismo hospital. También la vaciaron por dentro y metieron sus órganos en formol sin que el forense haya podido hacer una autopsia judicial. Tardaron dos semanas en enterrarla y la familia ha denunciado al centro por negligencia. El hospital, por estar ambos casos judicializados, no se pronuncia.

Enlace relacionado ElMundo.es 12/06/2021.