Sin exención temporal de patentes no será posible cubrir la demanda mundial de vacunas Covid-19 (08/07/2021).

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Sin exención de patentes no será posible cubrir la demanda mundial de vacunas Covid-19, tal y como han expresado especialistas reunidos por la Asociación Europea de Salud Pública (EUPHA), durante su primer seminario online del ciclo programado para analizar la preparación y respuesta desde la óptica de la Salud Pública mundial, en el que dibujó un mundo de desigualdades en el acceso a las vacunas.

Este encuentro contó con la colaboración de la Sección de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de la EUPHA (EUPHA HTA) y la Asociación Francesa de Salud Pública (SFSP), y dio difusión al mismo la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS).

Objetivos globales

La vicepresidenta de la EUPHA HTA, Elena Petelos, dio su más cordial bienvenida a este seminario, en el que abordar cuestiones clave, como la exención temporal de patentes, las licencias voluntarias, los mecanismos de transferencia de conocimiento y la distribución de vacunas, además de analizar el papel de la Unión Europea (UE) y sus Estados miembro en el objetivo global de llevar dichas vacunas a toda la población del planeta.

Elena Petelos considera que, desde la perspectiva macroeconómica, un número reducido de países controlan la cadena de distribución de vacunas contra la Covid-19 y que existe peligro de que Europa ocupe una función marginal en este terreno.

En su introducción, Petelos creyó propicia esta reunión para revisar el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) que dio carta de naturaleza a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y que sostiene el actual sistema internacional de patentes en régimen temporal de monopolio.

Documentos éticos de apoyo

En ese sentido, la moderadora se preguntó, también, si sería posible humanizar los acuerdos de propiedad intelectual que afectan a los fármacos de uso mundial con algún tipo de documento de carácter ético que los acompañe.

Petelos aprovechó esta ocasión para desear la mejor de las suertes al Festival de la Salud Pública que albergará la británica Universidad de Manchester, desde el lunes, 19 de julio, y hasta el viernes, 23 del mismo mes. Además, ayudó a moderar esta sesión el vicepresidente de la SFSP, Yves Charpak, quien aprovechó la participación de un ponente residente en África para preguntarle si en su continente los países hacen compras mancomunadas de vacunas, como en Europa, al poder ser este un ejemplo de trabajo conjunto en el objetivo común de proteger a toda la población mundial.

Incentivar la producción

El Premio Nobel de Economía en 2001, el profesor Joseph Stiglitz, dio por sentado que el objetivo actual es anular la actual pandemia mediante las vacunas y no solo controlarla, en una situación global en la que es muy fácil disponer de vacunas en Estados Unidos, por ejemplo, y muy difícil en los países de rentas bajas.

Docente de la estadounidense Universidad de Columbia y del Instituto para el Nuevo Pensamiento Económico (INET), Joseph Stiglitz considera que resulta imprescindible asegurar los suministros y distribución plena de estos fármacos, asunto que requiere incentivos a la producción y transferencia de conocimiento para su ampliación.

Vacunas, cuestión crítica

Al ser las vacunas una cuestión crítica, cree Stiglitz muy contraproducentes las barreras a la distribución sin que, a su juicio, la industria farmacéutica sea diligente al resolver el problema, por sus políticas corporativas orientadas a los beneficios, dentro de un sistema de monopolios, estima, que explica esa distribución insuficiente.

Para este ponente, el acceso a las vacunas debe ser asegurado por los poderes públicos en colaboración con el sector privado, con respeto al retorno razonable de las inversiones como compensación por los desarrollos industriales, para lo que puso el ejemplo del tratamiento de la propiedad industrial e intelectual en VIH.

Falta de apoyo político

Sin embargo, lamenta Stiglitz que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los mandatarios de otros 100 países se opongan a las exenciones de patentes, del menor interés, también, para grandes corporaciones de la industria. Igualmente, señaló como urgente que se clarifique el marco legal y los costes de las transacciones en un panorama de hipotéticos retornos de inversión 1.000 veces superiores a los esperables, si el escenario de pandemia se prolonga de manera indefinida.

Ante la necesidad de establecer un acuerdo internacional, el Nobel de Economía apuesta por dotar al planeta de estructuras bien diseñadas desde la coordinación de las autoridades regulatorias, principalmente, para evitar tentaciones proteccionistas que pueden darse en Estados Unidos, pero también en cualquier país de África.

Diplomacia de la colaboración

Entre las soluciones posibles a la situación actual, Stiglitz sugiere seleccionar países según su capacidad productiva de vacunas en el contexto de los mercados emergentes, a la vez que deja de lado el egoísmo y se practica la diplomacia de la colaboración, como recomienda, dado que es igualmente urgente controlar y eliminar la pandemia con billones de dólares destinados a la producción de vacunas en los países de rentas bajas.

En aras de la transparencia

La responsable del centro de investigación global Groningen de Derecho, Política y Salud, Ellen ‘t Hoen, abundó en el tema de las exenciones del mercado relativo a los derechos de propiedad intelectual (Trade Related Intellectual Property Rights, TRIPs).

Desde el punto de vista de Ellen ‘t Hoen, la propiedad intelectual en forma de patentes requiere transparencia en la información al ser entendidas estas patentes como herramientas de política social para la generación de beneficios para la comunidad con sus costes correspondientes.

A partir de la flexibilidad que confirió al sistema mundial de comercio la declaración de Doha, de 2001, esta ponente calcula en 93 billones de dólares el presupuesto que el mundo deberán destinar a las vacunas y los tratamientos contra la Covid-19.

Esta es una cantidad de dinero que debería permitir a las autoridades disponer de las patentes que hayan contribuido a crear. Al ser, también, necesaria la transferencia de conocimiento y propiedad intelectual, trajo Hoen el ejemplo de Sudáfrica y aboga por los mecanismos que puedan hacer de los fármacos de bienes sociales de uso global.

Hoen estima que la capacidad actual de producción de vacunas es de 3,5 billones de dosis, cuando, en realidad, son necesarios 11 billones de dosis. Como tesis final, razonó que los progresos mundiales en el tratamiento del VIH son fruto de décadas de trabajo sostenido.

Eliminar y no solo mitigar

El portavoz de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, el doctor George Pavlakis, actualizó los datos de la pandemia en el mundo, fijados hoy en 185 millones de infectados y cuatro millones de fallecidos, con una mayor concentración de los óbitos en los primeros nueve meses desde el comienzo de esta enfermedad global.

Desde los NIH, que constituyen la agencia estadounidense a efectos de biomedicina y Salud Pública de investigación, George Pavlakis dejó claro que la eliminación, y no la mitigación, es el único camino para dar punto final a la pandemia. A pesar de ello, observa que tanto Estados Unidos como la UE optaron por la mitigación, con desprecio de que la expansión mundial está sujeta al riesgo de mutaciones potencialmente peligrosas del SARS-CoV-2.

VIH: 40 millones en 40 años

Confía Pavlakis en las vacunas hasta que lleguen los tratamientos para la Covid-19, desde el paralelismo del VIH, que costó 40 millones de muertos en 40 años y que, ahora, cuenta con medicamentos de prevención (ART), aunque no disponga de vacunas.

No obstante, critica este ponente que el control efectivo del VIH en los países desarrollados oculta la situación en las naciones de rentas más bajas. Así, señaló como un acierto el programa PEPFAR, que lanzó la Administración de George W. Bush cuando era presidente de Estados Unidos, para la erradicación del VIH en el mundo.

Ante las licencias obligatorias

Pavlakis reclama nuevos fármacos seguros, eficaces, de calidad, con buen encaje de farmacovigilancia y a bajo coste, desde la premisa de que las licencias obligatorias y las importaciones paralelas deben ser vistas como injustas. Desde su punto de vista, las vacunas deben ser una oportunidad global para la colaboración, al probarse su efecto en miles de millones de personas.

En similares términos, también considera este ponente que ni Estados Unidos, ni Europa deberían depender tanto de la producción de fármacos en India, mientras que los países deberían pagar los medicamentos en función de su nivel de renta. Ante el problema real de los desabastecimientos, apuntó a que los países redoblen su capacidad productiva de vacunas, a la vez que se recuerda a los ciudadanos que viven en una aldea global.

Sin discriminación

La portavoz del centro médico de la holandesa Universidad de Groning, Els Maeckelberghe, se remontó a Aristóteles para afirmar que el justo proceder corresponde a individuos y colectivos, y que los iguales deben actuar como los iguales, y los desiguales con los desiguales.

Esta profesora asociada, como miembro, también, de la Sección de Ética de la Salud Pública de la EUPHA, recomienda revisar los acuerdos TRIPS, de comercio basado en el sistema de propiedad intelectual, para hacer inviable la discriminación y priorizar la protección a los desfavorecidos.

Además de aceptar algunas peculiaridades en los países, pero no diferencias radicales, aconseja Els Maeckelberghe que los acuerdos de comercio se acompañen de documentos éticos. Junto a ello, advirtió de que el mundo no está preparado para asumir nuevos escenarios de pandemia, aunque compartió con Europa la culpa que supone no haber conseguido todavía vacunar a más población en los países pobres.

África sin vacunas

Desde el continente africano, el responsable del Instituto Pasteur de Dakar (Senegal), el doctor Andrew Asamoah, repasó la situación de los 57 países en los que hay 5,4 millones de casos confirmados de la Covid-19 y solo el 2,66 por ciento de la población recibió su primera dosis de vacuna y solo el 1,04 por ciento tiene ya la pauta completa.

Calcula Andrew Asamoah que 600 millones de dosis podrían contribuir a la protección del 20 por ciento de la población africana. Sin embargo, opone el problema que supone para los países del continente comprar de forma directa a las compañías farmacéuticas, a la vez que surgen múltiples problemas de almacenamiento y distribución.

Senegal, Egipto y China

Dentro de los avances establecidos hasta el momento, destacó Asamoah el acuerdo firmado entre Egipto y China, junto al pacto de su Senegal de residencia con Univercekls, para el envasado de vacunas, mientras que la compañía farmacéutica AstraZeneca produce en India los lotes que llegan a África.

Considera este ponente que África precisa del soporte financiero que representa la alianza Covax, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), junto a otras formas de apoyo externo para poder aplicar el programa global de vacunas.

Finalmente, sugirió Asamoah que la gran distribución de vacunas podría tener como bases continentales principales Senegal y Egipto, mientras se aplican las exenciones de patentes, ya que, como concluyó, no se resolverá el problema de la pandemia si unos se vacunan y otros no.

Enlace relacionado ActaSanitaria.com 07/07/2021.