El covid castiga a las Rías Baixas, donde se prevén más restricciones (14/07/2021).

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El área sanitaria de Ourense también presenta una evolución nefasta, con una «tendencia explosiva en la capital»

Las Rías Baixas, el punto más caliente del veraneo en Galicia, deberían tener su motor a pleno funcionamiento con el mes de julio devorando el calendario. Es cierto que llegaron y están llegando aún muchos turistas -el domingo, el paseo de Silgar, en Sanxenxo, era un hervidero-. Pero también es verídico que dos cosas están condicionando el estío: la inestabilidad meteorológica y la incidencia del covid, que castiga a todo el sur gallego, desde las turísticas rías a la provincia de Ourense. «Estamos preocupados pola tendencia explosiva que sigue o número de casos, fundamentalmente no eixo que configuran os concellos de Ourense e Barbadás, que se comportan como unha única unidade epidemiolóxica», reconoce el gerente del área sanitaria, Félix Rubial.

El empeoramiento de las cifras del coronavirus, que es espectacular en sitios como Sanxenxo, invita a pensar que hoy, en el marco del comité clínico, se impondrán más restricciones en el sur gallego. Al menos, eso ocurrirá si se mantienen los criterios actuales, porque lo cierto es que fuentes del propio comité apuntan a que los contagios siguen muy focalizados en una franja de edad, la de los más jóvenes, y que, por tanto, las medidas tienen que ir encaminadas a frenar la transmisión en ese segmento.

La semana pasada, las luces de emergencia ya comenzaron a encenderse en el sur gallego. Se estableció el nivel alto de restricciones -el que implica cierre interior de la hostelería y que el ocio nocturno no pueda trabajar- en A Illa, Vilanova, Cambados y Vilagarcía. No pasó suficientemente tiempo para que las medidas hayan hecho efecto. La incidencia aún sigue al alza en estos concellos. En A Illa, el más afectado, a 14 días la incidencia es superior a 500 casos por 100.000 habitantes. Pero la mayoría de los contagios se enmarcan en dos grandes brotes, que están controlados.

El problema es que otros municipios de las Rías Baixas han aumentado su incidencia de forma espectacular. El caso más llamativo es el de Sanxenxo, que de momento está en el nivel más bajo de restricciones y que registró 45 de sus 48 positivos en los últimos 7 días, según el mapa de Sanidade. Además, fuentes sanitarias confirman que hay casos que no están computando porque son de turistas que no tienen el médico en la localidad.

También hay concellos del área de Vigo que parecen abocados a las limitaciones en la hostelería, entre ellos la capital viguesa. En esa tesitura están también términos como Oia, Mondariz-Balneario, Tomiño, Nigrán y O Porriño.

La situación de las Rías Baixas preocupa especialmente por lo que significa para la economía de Galicia, con la temporada de verano en pleno apogeo y porque la población que se concentra en esta zona se multiplica en el estío. Pero la evolución también es mala más allá de la zonas de costa. De hecho, el área sanitaria que en conjunto presenta una evolución más preocupante, y que más rápido empeora, es la de Ourense, que ayer -con cifras del domingo- aglutinaba 980 casos activos tras sumar 110 en un solo día. La situación es especialmente complicada en la capital.

Un 11 % de positividad

En general, y aunque tanto las Rías Baixas como Ourense capitalicen los peores datos, la evolución es mala en toda Galicia. De hecho, ayer subió de forma vertiginosa la tasa de positividad, es decir, el número de pruebas diagnósticas que resultan positivas con respecto a las realizadas. Está ya en un 11 %, más del doble del 5 % que marca la OMS como máximo para dar por controlada la transmisión.

Los casos activos, en el conjunto de Galicia, superaban ayer la barrera de los cinco mil -concretamente, eran 5.058-. Para encontrar una cifra similar hay que ir hasta el mes de marzo o hasta enero, cuando se luchaba contra la ola tremebunda que provocaron los contagios navideños. Pero, lógicamente, hay una gran diferencia entre antes y ahora. Se trata de la hospitalización. Si en aquel entonces, con semejante volumen de casos activos se pasaba de las mil personas ingresadas con covid en Galicia, ahora la cifra es solamente de 55 pacientes en planta y otros 11 en cuidados intensivos. Todo ello a cuenta del efecto de la vacuna y de que los infectados, en su gran mayoría, son jóvenes asintomáticos o con clínica muy leve.

Habrá que ver qué peso le concede hoy el comité clínico a estas dos circunstancias. Y si el crecimiento de la incidencia, sobre todo en las zonas turísticas costeras y Ourense, supone extender el nivel alto a más concellos -con grave peaje para la hostelería y el ocio nocturno, que se vería abocado al cierre- o si opta por aplicar otras medida que frenen los contagios entre la juventud. Es improbable, o al menos así lo ven fuentes del propio comité clínico, que se llegue a imponer el nivel máximo, ese que implicaría el cierre perimetral y que tendría que contar con la pertinente autorización judicial.

«Esta situación es nueva, el control policial es clave apra que no haya que freír a toda la hostelería por los contagios»

Fiel a su cita de los martes, el comité clínico que asesora a la Xunta de Galicia en cuanto a la pandemia se reunirá esta tarde. Sobre la mesa estará la mala evolución de los datos del covid-19 en cuanto a casos activos en toda la comunidad, pero especialmente en el sur gallego -en números absolutos Vigo es el área con más casos activos, seguida de Ourense y luego se sitúan A Coruña y Pontevedra-. Y también el hecho de que, pese a aumentar significativamente los contagios -ayer se registraron 630 - la hospitalización, de momento, continúa casi congelada. Sergio Vázquez, oncólogo del HULA y miembro del comité, señalaba ayer lo siguiente: «Es cierto que hay un incremento de casos y un alza de la tasa de positividad, pero es que también ha sido fin de semana, se han hecho menos PCR y se están haciendo pruebas sobre todo entre los jóvenes, que son los que más se contagian. Se está tratando de llegar a todos esos casos, con lo cual es lógico que haya más positivos».

¿Cree que hoy se pondrán más restricciones? Señala que es difícil predecir qué rumbo tomarán las cosas. Pero tiene clara una cuestión: «Es una situación nueva, el control policial es clave para que no haya que freír a toda la hostelería por los contagios. Es que no podemos castigarlos a todos, porque la franja de población que se está contagiando es una muy concreta, con lo cual hay que analizar los elementos de conducta que nos ayuden a tomar decisiones. Es decir, ver si esos brotes se producen en el ocio nocturno, en botellones o en casas que alquilan los chavales».

Vázquez es consciente de que la situación es más comprometida en las Rías Baixas y Ourense que en otros puntos gallegos, pero cree que hay que esperar a ver los datos de hoy para tener un poco más de claridad sobre lo que está ocurriendo. Apela a la responsabilidad individual de cada persona e insiste en que el control policial efectivo es clave.

Enlace relacionado LaVozdeGalicia.es 13/07/2021.